El expresidente estadounidense Donald Trump ha vuelto a ser el centro de atención mediática tras sus polémicas declaraciones sobre el conflicto en Ucrania y su presidente, Volodímir Zelenski. En una serie de comentarios realizados este miércoles, Trump no solo acusó a Ucrania de haber iniciado la guerra, sino que también tildó a Zelenski de "dictador sin elecciones".
Trump afirmó en su red social Truth Social que Zelenski "se niega a celebrar elecciones" y que "tiene una aprobación muy baja en las encuestas ucranianas". Estas declaraciones contrastan fuertemente con la realidad, ya que según encuestas recientes, Zelenski mantiene un índice de aprobación superior al 50% entre la población ucraniana.
El expresidente estadounidense también acusó a Zelenski de haber "convencido a Estados Unidos para gastar 350.000 millones de dólares en una guerra que no se podía ganar", una cifra que, según fuentes como The New York Times, es significativamente exagerada.
Ucrania responde e inquietud en Europa
Zelenski no tardó en responder a las acusaciones de Trump. En una rueda de prensa en Kiev, el presidente ucraniano lamentó que Trump "desafortunadamente vive en este espacio de desinformación" y pidió más honestidad por parte del equipo del expresidente estadounidense.
Las declaraciones de Trump han generado inquietud en Europa, especialmente después de que se conociera que Ucrania fue excluida de las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia en Arabia Saudí sobre el futuro del conflicto.
El canciller alemán Olaf Scholz rechazó enérgicamente la idea de que Zelenski sea un "dictador" por no celebrar elecciones durante tiempos de guerra. "Es fundamentalmente incorrecto y peligroso cuestionar la legitimidad democrática del presidente Zelenski", declaró Scholz en una entrevista con Der Spiegel.
En España, las declaraciones de Trump han sido recibidas con preocupación. Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores español han reiterado el apoyo inquebrantable de España a la integridad territorial de Ucrania y han subrayado la importancia de mantener una postura unida frente a la agresión rusa.
Las declaraciones de Trump marcan un punto de inflexión en la narrativa sobre la guerra en Ucrania y ponen de manifiesto la fragilidad de las alianzas internacionales. Mientras tanto, el pueblo ucraniano sigue luchando por su soberanía en medio de una creciente incertidumbre sobre el apoyo occidental a largo plazo.