La Jefatura Superior de Policía de Navarra ha conmemorado este lunes en Pamplona el Día de las Víctimas del Terrorismo en la Policía Nacional, una jornada instaurada en 2024 por la Dirección General de la Policía para honrar la memoria de los agentes asesinados por el terrorismo y arropar a sus familias. El acto, celebrado con sobriedad y gran carga emotiva, ha sido presidido por la delegada del Gobierno en Navarra, Alicia Echeverría Jaime, junto al jefe superior de Policía, Jesús Manuel del Collado Olivares, y ha contado con la presencia de representantes de instituciones policiales, civiles y militares.
La fecha elegida para esta conmemoración, el 16 de junio, remite al asesinato en 1981 de la inspectora jefa María José García Sánchez a manos de ETA en Zarautz (Guipúzcoa), una de las 188 víctimas mortales de la Policía Nacional entre 1968 y 2015. De ellas, 13 fueron asesinadas en Navarra. En su intervención, el jefe superior ha recordado uno a uno los nombres de estos agentes, subrayando que «es de justicia estar hoy aquí recordando a estos compañeros asesinados por querer ser servidores públicos y acompañando a sus familias, que lo único que hicieron fue apoyarles en tan noble misión. Nuestra obligación es no olvidarles, y que nadie lo haga».
Los nombres de los 13 agentes de Policía Nacional asesinados en Navarra son: Joaquín Imaz Martínez, José Manuel Baena Martín, Francisco Berlanga Robles, Carlos Sanz Biurrun, Ángel Postigo Mejías, Vicente Luis Garcera López, Juan José Visiedo Calero, Tomás Palacín Pellejero, Diego Torrente Reverte, Francisco Miguel Sánchez, Eduardo López Moreno, Bonifacio Martín Hernández y Julián Embid Luna.
La jornada ha continuado con una conferencia celebrada en la Cámara de Comercio de Navarra, donde intervinieron la concejala María Caballero; Joseba Eceolaza; Cruz Lizárraga, policía jubilado; y María Sanz, hermana de un inspector asesinado. Todos ellos compartieron reflexiones y experiencias personales sobre los años más duros del terrorismo en Navarra y sobre el papel desempeñado por la Policía Nacional en la defensa del Estado de derecho.
Los ponentes coincidieron en destacar no solo el sacrificio de quienes fueron víctimas directas de la violencia, sino también la dureza de ejercer la labor policial en un clima de amenaza constante y, en muchas ocasiones, de aislamiento social. La jornada se cerró con un reconocimiento implícito a la memoria, la dignidad y la justicia que siguen reclamando quienes sufrieron en primera persona el zarpazo del terrorismo.