Desde mediados del mes de marzo, el Ayuntamiento de Pamplona realiza trabajos de limpieza y desbroces selectivos de los taludes que separan la orilla del Río Arga de las murallas de la cara norte. Así, durante unas cuatro semanas cinco operarios de la contrata de mantenimiento municipal se están encargando de retirar desechos, mejorar el estado de la vegetación y eliminar especies vegetales invasoras. El recorrido ha comenzado a la altura del Parque de la Taconera y llegará hasta el Parque de la Media Luna, pasando por Curtidores (donde se está actuando en este momento), el paseo de Ronda, la trasera de Archivo y la Ronda del Obispo Barbazán.
Todos estos espacios son zonas verdes con un gran potencial para convertirse en ‘pulmones verdes’ y refugios naturales de fauna del Casco Antiguo, aunque ahora mismo presentan un estado de abandono acentuado. En estos momentos son una zona de vertidos incontrolados de todo tipo de desechos, donde proliferan de especies vegetales invasoras, principalmente ailantos.
Lo previsto es que los trabajos estén concluidos antes del comienzo de la nidificación y cría de las especies que habitan los taludes como pájaros, anfibios, reptiles. pequeños roedores y quirópteros. El Servicio de Zonas Verdes está desarrollando un análisis de valoración para asumir estos espacios dentro del mantenimiento ordinario directo del Consistorio, evitando así un nuevo deterioro a futuro.
Taludes verdes contra las islas de calor
Los taludes de la zona del río son parte del espacio de ordenación del Plan de Infraestructura Verde y Azul y Estrategia de Drenaje Sostenible Urbano dentro del proyecto RUNA 2025. El plan busca integrar y potenciar las infraestructuras verdes y azules de la ciudad, utilizando los ríos como ejes vertebradores. El objetivo principal de este plan es crear una red coherente y sostenible que conecte los entornos fluviales con la trama urbana, mejorando la biodiversidad y la resiliencia frente al cambio climático.
La primera intervención en este caso es la limpieza, es decir, la retirada de todos los desechos arrojados de forma indebida desde el paseo de las murallas. Desde el comienzo de los trabajos, se han localizado y retirado residuos de todo tipo: bolsas, botellas, cristales, maletas, ropa, zapatos, escombros o incluso muebles. Estas conductas, son contrarias a lo establecido en la Ordenanza municipal sobre Promoción de conductas cívicas y protección de los espacios públicos, que en su artículo 11.2 establece la prohibición de “Arrojar en las zonas verdes basuras, residuos, (…)” llevando aparejadas sanciones.
Incrementar la biodiversidad
Además, se están eliminando todos los ejemplares de ailanto detectadas. El ailanto, Ailanthus altissima, es una especie de árbol no deseada que representa actualmente un gran peligro por su alta capacidad de colonización de ecosistemas locales y, por tanto, la reducción significativa de diversidad de especies vegetales en las parcelas invadidas. Así, su presencia supone una reducción de la biodiversidad en los ecosistemas colonizados. Durante los trabajos, además de eliminar los ejemplares que se localizan, se están aplicando técnicas naturales para evitar su rebrote.
El tercero de los objetivos que se ha definido, es el de realizar labores de mantenimiento y selección de aquellas especies vegetales que mantienen estos espacios como ‘pulmones verdes’ de Pamplona. Además del tapiz vegetal a ras de suelo, las zonas en las que se está trabajando, están dotadas de arbolado de crecimiento espontáneo ya consolidado, compuesto por fresnos y arces, principalmente, además de arbustos y trepadoras. Con desbroces y podas selectivas se persigue la mejora del desarrollo de aquellos ejemplares seleccionados, además de evitar la caída o rotura de ramas.
Varios de los ejemplares y brotes retirados son troceados y acumulado en pequeños montones, generando así refugios para favorecer la cría de diversas especies de fauna. En estos espacios están presentes aves de distintos tipos: herrerillos, carboneros, petirrojos, anfibios y reptiles, y ardillas, topillos y otros pequeños roedores, además de murciélagos. Estos taludes son también un posible punto de apoyo para la recuperación del visón europeo, una especie especialmente protegida que vive en el entorno de los cauces fluviales.
