Una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil ha permitido desarticular una organización criminal dedicada al robo de bicicletas y motocicletas de alta gama en diferentes puntos del país. La investigación, bautizada como Ciclos-Volta, ha culminado con la detención de los tres presuntos autores, a quienes se atribuyen once robos cometidos entre junio y agosto en establecimientos de Nules, Peñíscola y Almassora (Castellón); Alzira y Paiporta (Valencia); y Utebo y Huesca (Aragón).
Los arrestos se produjeron en las localidades oscenses de Benabarre y Binéfar, así como en Térmens (Lleida). En los registros, los agentes localizaron la furgoneta utilizada en los asaltos, un vehículo de alta gama empleado como lanzadera y varios teléfonos móviles. Uno de los detenidos ingresó en prisión provisional. Sobre otro recaía una Orden Europea de Detención y Entrega emitida por Austria, donde se le investigaba por robos de características similares.
Robos en menos de tres minutos
Según detallan ambos cuerpos policiales, la organización actuaba de madrugada y con una gran rapidez: completaban los asaltos en menos de tres minutos. Los autores, encapuchados, rompían con mazas los escaparates de los comercios y seleccionaban únicamente las bicicletas y motocicletas de mayor valor económico, que cargaban de inmediato en una furgoneta sustraída o adquirida con documentación falsa. Para evitar su identificación, utilizaban placas de matrícula robadas.
Además, contaban con un vehículo de alta gama que actuaba como lanzadera para detectar posibles controles policiales en las vías de huida. Una vez cometidos los robos, el material era transportado por carretera rumbo a Rumanía.
Una investigación que conectó tres provincias
La operación se inició tras varios robos registrados en Huesca, Alzira y distintos municipios de Castellón. Las unidades de Policía Judicial de la Policía Nacional en Huesca y Alzira-Algemesí, junto con la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Castellón, comenzaron investigaciones paralelas que, gracias a los cauces de coordinación operativa, permitieron descubrir que todos los robos estaban vinculados al mismo grupo criminal.
Los agentes lograron identificar a cuatro integrantes de la organización. La furgoneta utilizada para los robos apareció en un descampado de Barbastro, y el presunto propietario denunció haber sido víctima de una usurpación de identidad: alguien habría utilizado documentación falsa con sus datos para adquirir el vehículo.
Tras localizar al resto de la banda en Benabarre y Térmens, el dispositivo culminó a mediados de noviembre con las detenciones. A disposición judicial, uno de los arrestados ingresó en prisión provisional.
