La exhumación se llevó a cabo entre el 12 y el 15 de octubre
Por otro lado, en la exhumación de 2016 se pudo comprobar que había una importante cantidad de escombros arrojada intencionadamente en la sima en fecha posterior a 1936. Las informaciones con las que contaba la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos apuntaban a que el número de personas que pudieron ser arrojadas a la sima tras el golpe militar de 1936 era superior a ocho. Por ello, como ya se ha hecho también en otros casos, con el objetivo de agotar todas las posibilidades en la localización de las personas asesinadas y desaparecidas tras el 36, se programó una nueva intervención en la que retirar todo el escombro acumulado y revisar el fondo de la sima.
Esta nueva intervención se ha llevado a cabo entre el 12 y el 15 de octubre, y ha permitido recuperar dos nuevos esqueletos, así como un importante número de huesos que se encontraban entre 0,4 y 2 metros de profundidad, bajo las piedras arrojadas a la sima. Con estos nuevos hallazgos se eleva a 11 el número mínimo de individuos recuperados en Otsaportillo. Además, en esta intervención se ha podido recuperar también diversos objetos, entre ellos una pistola y varios proyectiles.
Tras la exhumación, la Sociedad de Ciencias Aranzadi ha llevado a cabo un análisis antropológico y de patología de los restos, y ahora mismo se están realizando los análisis de ADN con la esperanza de poder identificar a las personas que fueron arrojadas ahora hace más de 80 años a la sima, de modo que sean devueltos a sus familiares y puedan recibir una sepultura digna.