El certamen se enmarca en una campaña para prevenir el inicio del consumo de tabaco
Sara Artieda, alumna de 3º de la ESO del IES Sierra de Leyre de Sangüesa, y el aula de 3º de ESO del IES Zizur BHI han resultado ganadores del concurso escolar de dibujo y vídeo, respectivamente, organizado con motivo del Día mundial sin tabaco que se celebra hoy día 31 de mayo.
En concreto, Sara Artieda realizó el cartel titulado “No te subas al tren”, y el vídeo del IES Zizur BHI elaboró el vídeo “Cigarrito”. Los premios consisten en un obsequio individual de un vale de 100 euros para ropa deportiva, y un premio colectivo para la clase del ganador o ganadora de una sesión de dos horas de rocódromo o “salting”.
El certamen se enmarca en una campaña desarrollada en centros educativos, dirigida al alumnado de Educación Secundaria Obligatoria, Bachiller y Formación Profesional, con el objetivo de prevenir el inicio del consumo y avanzar a una generación sin tabaco. La campaña ha sido promovida por el Instituto de Salud Pública conjuntamente con el Departamento de Educación, y ha contado con la colaboración de los colegios profesionales de Enfermería, Odontología y Estomatología, y de Médicos, la Sociedad de Medicina Familiar y Atención Primaria, y el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo en Navarra.
Además de la participación en el certamen, a principios de abril se envío a los centros educativos diferentes propuestas para realizar, entre ellas, desarrollar una actividad en aula utilizando los vídeos ganadores de 2016, así como colocar y distribuir distintos materiales de información y sensibilización.
En concreto, se distribuyeron 4.752 folletos y 202 carteles en castellano y euskera. Participaron en las diferentes actividades 50 centros educativos, 202 aulas y más de 4.000 alumnos y alumnas.
La adolescencia y el consumo de tabaco
Casi todo el consumo de tabaco empieza durante la adolescencia y comienzos de la edad adulta. El tabaco contiene nicotina, una droga sumamente adictiva que hace que muchos jóvenes pasen de fumar de vez en cuando a hacerlo todos los días. Casi el 90% de los nuevos consumidores fuman su primer cigarrillo antes de los 18 años, y el 99% antes de los 26. En Navarra, la edad de inicio es de 15,4 años y la de consumo diario, 16,5 años. Según la encuesta Navarra de Juventud y Salud 2013-2014, fuman 21 de cada 100 jóvenes (21,6% chicos y 21,3% chicas). En las edades más jóvenes, entre 14-18 años, fuman el 8%, doblando el porcentaje de chicas al de chicos.
El tabaquismo en la gente joven puede causar tempranamente enfermedades del corazón (al aspirar el humo del tabaco se producen daños inmediatos a los vasos sanguíneos en todo el cuerpo); dañar los pulmones, ya que no alcanzan el tamaño normal hasta finales de la adolescencia en las niñas y después de los 20 años en los niños), y también causar cáncer (más de 70 sustancias químicas pueden producir cáncer casi en cualquier parte del cuerpo debido a los daños en el ADN). Sin embargo, la mayoría de la gente joven, cuando empieza a fumar, no considera las consecuencias a largo plazo que se asocian al tabaquismo. Entre los que siguen fumando durante la etapa adulta, la esperanza de vida se puede reducir unos 13 años respecto de los que no fuman. Por el contrario, las personas fumadoras que dejan de hacerlo antes de los 30 años pueden reparar la mayoría de los daños a la salud causados por el tabaquismo.
A pesar de todo ello, la gente joven sigue consumiendo tabaco, entre otras razones, por la influencia de la industria tabaquera que mantiene precios bajos y diseña productos atractivos para jóvenes y estrategias que asocian fumar a diversión, libertad, liberación e igualdad; por la mayor vulnerabilidad de las personas jóvenes, más susceptibles de ser influidas por la publicidad y mayor disponibilidad a asumir riesgos porque piensan que nada les puede hacer daño; por la adicción a la nicotina que puede hacer caer en la dependencia antes que a las personas adultas; y por las normas sociales y ambientales: permisividad de fumar en público, accesibilidad a los productos de tabaco, publicidad encubierta, etc.
Por todo ello, y aunque las nuevas generaciones fuman menos que las anteriores, todavía quedan retos importantes: prevenir el consumo, no empezar; y si lo prueban una vez, que no se conviertan en fumadores diarios; y si ya lo hacen, animarles a dejarlo. Es necesario consolidar espacios protectores en los que no fumar sea la norma y las opciones saludables sean las más fáciles de elegir; educar y ayudarles en la toma de decisiones, buscando sinergias entre familias, centros educativos, centros sanitarios y lugares públicos.
Fuente: pamplonaactual.com
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