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Un intratable Athletic devora a un Barcelona en proceso de derribo

El Athletic Club se lleva su tercera Supercopa con una actuación heroica e intratable, en la que batió al FC Barcelona por 2-3 con un golazo de Iñaki Williams en la prórroga y una expulsión […]

El Athletic Club se lleva su tercera Supercopa con una actuación heroica e intratable, en la que batió al FC Barcelona por 2-3 con un golazo de Iñaki Williams en la prórroga y una expulsión de Messi

El triunfo del modelo, el Athletic Club es grandísimo. Filosofía y ambición. Queda para la historia su tercer título en la Supercopa por haberlo ganado con una gesta suprema. Primero noqueó al Real Madrid en semifinales y en La Cartuja ha tumbado al Fútbol Club Barcelona con todo merecimiento, con una actuación sobresaliente y una remontada por 2-3 que se culminó en la prórroga con un tremendo gol de Iñaki Williams en el minuto 93.

Pura justicia. El Athletic se montó sobre el Barça, que se creía ya con su decimocuarta Supercopa en el bolsillo cuando vencía por 2-1 y en el 90’, un canterano, un Búfalo llamado Asier Villalibre, hizo el 2-2 en un saque de falta de Muniain. El león, que parecía ya abatido por el rifle de Griezmann, se levantó y dio un zarpazo de muerte.

Los leones salieron al campo con las ideas muy claras: presión fuerte y paciencia con la pelota. No convenía un partido con espacios para el juego interior del Barça. Se jugó inicialmente a lo quería el Athletic. El primer disparo fue rojiblanco, un zarpazo de Capa que se sacó de encima Ter Stegen.

Leo Messi, verdugo del Athletic durante tantos y tantos partidos por el título, no estaba cómodo. Pero sus apariciones siempre dan miedo. Amenazó a Simón con un disparo lejano y en la segunda, metió un pase magistral a Jordi Alba que acabaría en gol de Griezmann, que aprovechó el balón suelto al área. Era el minuto 40, parecía un momento psicológico.

Pero este Athletic de Marcelino, que ha obrado un milagro en dos semanas y ya es un triunfador en Bilbao tras el gran trabajo de Garitano, tiene agallas y cabeza. Se levantó en segundos con una ofensiva por la izquierda. Williams mandó un balón medido a De Marcos, que cogió la espalda a Alba y batió a Ter Stegen con un sutil toque cruzado. Quién mejor que el gladiador de Laguardia para llamar a la remontada. Su empeño y el de otro veterano como Balenziaga, que puso un buen balón que Raúl García cabeceó fuera, fue soberbio.

En la segunda mitad, Messi avisó en una falta, pero llegó en el minuto 56 una jugada que pudo ser decisiva. Muniain botó una falta medida y Raúl García la cabeceó a las mallas. Gil Manzano dio gol pero el VAR lo anuló por un fuera de juego por milímetros. Williams tuvo un disparo franco el área, pero el Barça volvió a adelantarse en el marcador en el 77. Griezmann, viejo verdugo, acertó a batir a Simón en otra acción de Alba.

Pero el Athletic no se rinde jamás y Villalibre tocó la trompeta con un remate perfecto a saque de falta de Muniain en el 90’. Había una prórroga merecida para el heroico equipo rojiblanco. Llegó el golazo de Williams en el 93’ y la hora de defender el tesoro. Messi terminó expulsado por agredir a Villalibre y el Athletic levantó la Supercopa con orgullo. Ya ha ganado la primera de sus dos finales en este año de la desgraciada pandemia. 

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