Los pitos al Rey y al Gobierno rompen el ‘espejismo’ de unidad que desde los atentados habían mostrado todas las formaciones políticas
Barcelona, 26 de agosto
La respuesta ciudadana fue unánime y contundente, con medio millón de personas que secundaron este sábado en Barcelona la manifestación bajo el lema ‘No tinc por’ (No tenemos miedo) que tras el grito espontáneo la semana pasada en las concentraciones tras los atentados se convirtió en un ‘leiv motiv’ de la marcha en favor de la firmeza y unidad de los ciudadanos.
La concentración convocada por el Ayuntamiento de Barcelona y el Gobierno de la Generalitat sin embargo rompió el espejismo de unidad política que se había vivido tras los atentados. Los pitos al Rey y al Gobierno central y pancartas esgrimidas por un sector independentista con el lema ‘Vuestros políticos, nuestros muertos’, empañaron la imagen de unidad que durante estos días tanto desde la Generalitat como desde el Gobierno central querían mostrar.
Pese a todo, la manifestación tuvo un claro protagonismo ciudadano con lemas pacifistas y de los servicios policiales, de emergencias y de todo tipo que fueron los que primero atendieron a los heridos en las tragedias de Barcelona y Cambrils. 
La manifestación «No tengo miedo» inició su recorrido a las seis de la tarde en el paseo de Gràcia con Diagonal y acabó en la plaza de Cataluña, donde tuvo lugar el acto final de la concentración que estuvo dividido en dos partes. En la primera, la actriz Rosa Maria Sardà y Míriam Hatib, portavoz de la Fundación Ibn Battuta, hizo unas lecturas escogidas especialmente para la ocasión con la colaboración de Lluís Pasqual, director del Teatro Libre.
Actriz de un largo recorrido, Rosa Maria Sardà protagonizó hace años La Rambla de las flores , de Josep Maria de Sagarra, una zona emblemática de Barcelona que el pasado 17 de agosto fue el escenario de un atentado. Por su parte, Miriam Hatib es una joven musulmana que en la manifestación de entidades musulmanas celebrada el lunes 21 de agosto en contra de los atentados de Barcelona y Cambrils hizo un llamamiento en favor de la convivencia y la paz.
En la segunda parte, Peter Thiemann, violonchelista de la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro del Liceo, y Guillem Gracia, estudiante de violonchelo, interpretó El canto de los pájaros, que Pau Casals convirtió en símbolo de paz y libertad.
El escenario ha estado adornado con decoraciones florales del Gremio de Floristas de Cataluña. Al fondo del escenario, el dibujo de Barcelona con crespón negro que realizó el artista Frederic Amat acompañado del lema de la manifestación, «No tengo miedo», escrito en varios idiomas.
Durante la manifestación ciudadana, un grupo de voluntarios han repartido miles de flores rojas, amarillas y blancas, que son los colores de la ciudad.






