Icolandia recuerda la necesidad de una normativa específica que regule la seguridad en estas instalaciones en España
La seguridad en un parque infantil de interior es un tema prioritario, y que depende tanto de la calidad de fabricación como del montaje y su posterior mantenimiento. Desde Icolandia, fabricantes de parques infantiles de interior homologados, recuerdan la necesidad de una normativa específica que regule la seguridad de estas instalaciones en España: “en nuestro país, a falta de una legislación adecuada, queda a iniciativa y buena voluntad de sus propietarios” afirma Pedro Ibarra, gerente de la empresa.
Este profesional hace hincapié en el “vacío legal” existente. Hay una normativa europea de parques infantiles, la EN 1176 y 1177, aplicable a fabricantes de juegos, instaladores e inspectores y orientada a que el parque sea seguro y se mantenga en buenas condiciones, “pero no es de obligado cumplimiento. En España las autoridades han determinado que sea de libre aplicación y solo dos comunidades cuentan con decretos autonómicos que obligan a mantener los parques infantiles según la norma.”
Según el gerente de Icolandia, la regulación y la unificación de la norma a nivel nacional es “una asignatura pendiente y una necesidad del sector para garantizar la seguridad y el buen uso de las instalaciones” y también para facilitar la tarea a los propietarios que desean hacer bien las cosas y que “en muchas ocasiones les resulta difícil averiguar a qué organismo se deben dirigir en cada comunidad autónoma”.
Las normativas EN 1177 y la 1176, con todos sus apartados, son las que guían a Icolandia para fabricar, instalar y realizar el mantenimiento de sus parques infantiles homologados según sus criterios. Están obligados a cumplir esta norma los fabricantes que quieren obtener el marcado CE, sello imprescindible para operar en algunos mercados, “pero los propietarios de las instalaciones no están obligados a hacer el mantenimiento y las inspecciones periódicas que se desprenden de esta normativa europea, tan necesarias” comenta el gerente de Icolandia. Así, para garantizar la seguridad de la instalación según la norma “hay que realizar también el adecuado mantenimiento”. Además hay que tener en cuenta que se trata de normas generales aplicables por igual a parques de exterior e interior, “cuando hay marcadas diferencias entre ellos que se deberían tener en cuenta” afirma.
Conscientes de esta deficiencia, desde Icolandia aportan su experiencia para asesorar a los propietarios. Al realizar cada instalación se les entrega un completo manual de usuario con las pertinentes instrucciones de mantenimiento, incluyendo el tipo de inspecciones a realizar, los procedimientos de las mismas, cómo realizar el seguimiento, etc. También están abiertos a inspeccionar, mantener y, si hace falta, reparar las instalaciones provenientes de otros fabricantes. “Hay propietarios que vienen para que homologuemos su instalación según la normativa europea” afirma Pedro, “hay casos en los que se puede hacer, pero lo mejor es recurrir desde el principio a un fabricante homologado que también garantice el cumplimiento de la norma en todo el ciclo de vida del parque infantil.”
Icolandia cuenta con una planta en Bizkaia, donde su equipo fabrica parques infantiles de interior, parques y piscinas de bolas, así como equipamiento para psicomotricidad. Con una trayectoria de más de 20 años en el sector, el 80% de sus parques se instalan en Europa, con exigentes criterios de calidad y seguridad.