Cuando se cumplen 10 años desde la puesta en marcha de la autovía del Camino de Santiago, la A-12, continúan sin resolverse algunas deficiencias. La autovía Pamplona-Estella-Logroño se estrenaba en 2006 tras años de demanda social, numerosos y graves accidentes y peligrosas travesías urbanas.
Hace unos meses se abría la conexión de sólo dos kilómetros con La Rioja y la única entrada-salida de Estella sigue siendo un punto de alta densidad de tráfico que colapsa la circulación ya que, además, discurre paralela al polígono industrial y comercial de Merkatondoa. Otras localidades como Puente la Reina ó Los Arcos disponen de varios accesos a sus cascos urbanos y enlaces viarios de los que carece Estella.
El alcalde de la ciudad, Koldo Leoz, solicitó meses atrás a la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, señalizar y adaptar la vieja carretera nacional 111, por Villatuerta, para liberar la saturada conexión con la autovía del Camino, que no ha hecho sino congestionar todavía más las travesía urbana de Estella.