Un hombre de 61 años ha aceptado una pena de 4 años y 6 meses de prisión por intentar matar a un vecino en el bar de las piscinas municipales de Cáseda. El acuerdo de conformidad, alcanzado entre la defensa y la fiscalía, reduce significativamente la pena inicial solicitada por el Ministerio Público.
Los hechos, que tuvieron lugar el 9 de noviembre de 2021, conmocionaron a la pequeña localidad navarra. Según los hechos ya confirmados tras el acuerdo, el acusado acudió al bar de las piscinas municipales alrededor de las 20:00 horas y, sin mediar palabra, atacó por la espalda a la víctima con un cuchillo de 17 cm de hoja.
El ataque, descrito como repentino y reiterado, causó graves heridas a la víctima, incluyendo una herida en la clavícula izquierda y otra en el brazo izquierdo que seccionó casi por completo los músculos del tríceps y el nervio cubital. La víctima sufrió lesiones adicionales en las manos mientras intentaba defenderse.
Como resultado del ataque, la víctima requirió tratamiento médico quirúrgico y experimentó 734 días de pérdida de calidad de vida moderada y 8 días de pérdida de calidad de vida grave. Además, quedó con secuelas permanentes, incluyendo una lesión incompleta del nervio cubital y cicatrices en varias partes del cuerpo.
Tras ser reducido, el acusado dijo directamente a la víctima: "Hijo de puta, te voy a matar, te voy a cortar el cuello".
Además de la pena de prisión, el acuerdo establece que el acusado no podrá acudir a la localidad de Cáseda durante 16 años, una medida que busca proteger a la víctima y evitar posibles conflictos futuros.
El caso, que inicialmente se calificó como intento de asesinato, ha concluido con esta conformidad que reduce considerablemente la pena solicitada originalmente por la fiscalía, que era de 9 años y 6 meses de prisión. El 8 de julio de 2022, el Juzgado de Instrucción nº 2 de Aoiz acordó la libertad provisional del acusado y estableció la prohibición de residir y acudir a la localidad de Cáseda, así como la prohibición de comunicación y de aproximación a distancia inferior de 500 metros de la víctima, una prohibición que sigue vigente a día de hoy.