Un hombre de 58 años ha sido detenido por intentar matar al expresidente de EEUU y candidato republicano, Donald Trump en su club de campo en Florida. Fue el servicio secreto quien sobre las 13.30 horas en Florida (las siete y media de la tarde en España) observó un cañón de rifle Ak-47 oculto entre unos arbustos y abrió fuego. El hombre huyó por una autopista, siendo detenido posteriormente, y mientras Trump fue trasladado a un lugar seguro. Ahora el FBI investiga las conexiones de este hombre que ya ha sido identifcado y cómo pudo llegar este hombre tan cerca del candidato republicano, tras haberse reforzado la seguridad de Trump tras los episodios de julio cuando fue alcanzado por una bala en un mitin en Pensilvania.
Trump regresó posteriormente a su residencia de Mar-a-Lago y emitió una declaración tras el aparente intento de atentado, Trump confirmando que se encontraba fuera de peligro. "Estoy a salvo y bien, y nadie resultó herido. ¡Gracias a Dios!", expresó el exmandatario, aliviando preocupaciones tras el incidente.
Sin embargo, Trump no dejó pasar la oportunidad para enviar un mensaje desafiante a quienes considera sus opositores. "Hay personas en este mundo que harán lo que sea para detenernos", afirmó, sugiriendo que el ataque es parte de una conspiración más amplia en su contra. A pesar de esto, el líder republicano prometió continuar su lucha: "No dejaré de luchar por ustedes. ¡Nunca me rendiré!".
Trump concluyó su declaración con un mensaje de unidad hacia su base de apoyo, agradeciéndoles por mantenerse firmes a su lado. "Siempre los amaré por apoyarme. A través de nuestra UNIDAD, haremos que América sea grande otra vez", dijo, reiterando su icónica promesa de campaña que simboliza en el lema MAGA.
