Esta mañana ha tenido lugar la Octava a San Fermín, el último acto religioso de los Sanfermines, en la Capilla de San Fermín. A las 10:45, la comitiva del Ayuntamiento de Pamplona ha salido del consistorio, un cortejo compuesto por la corporación municipal, La Pamplonesa, los dantzaris de Duguna y la comparsa de gigantes y cabezudos, abriendo paso por la calle Mayor.
Pocos minutos después de su salida del Ayuntamiento, han llegado a la Parroquia de San Lorenzo para dar comienzo a la misa. Es ya costumbre ver a varios concejales salir "por la puerta de atrás", al igual que en la misa posterior a la procesión de San Fermín.
Así, el alcalde Asirón, el concejal Abaurrea y varios más, se han despojado de los ostentosos atuendos y sombreros y han salido por la puerta para irse a almorzar. A su salida, el alcalde ha atendido a los medios para hacer un pequeño balance de las fiestas. Ha afirmado que Pamplona es una ciudad segura en materia de agresiones y ha añadido: "En Pamplona, el que la hace, la paga."
Los demás miembros de la corporación se han quedado en la capilla hasta el final de la misa.
Esta eucaristía ha dado fin a todos los actos religiosos que se han dado estos Sanfermines, coincidiendo con las últimas horas de las fiestas.