Carlos Guzmán, candidato navarro de Sumar, ha defendido esta mañana junto al Monumento a los Caídos de Pamplona “la demolición del segundo monumento fascista más grande del Estado español, solo por detrás del valle de Cuelgamuros, como lo hacen 30 grupos memorialistas de nuestra tierra que trabajan de manera unitaria y que tienen tan claro como lo tiene Sumar que la exaltación franquista no se puede resignificar de ninguna de las maneras”.
A juicio de Guzmán, “las políticas públicas de memoria deben ser atrevidas pero sobre todo deben ser coherentes y no buscar salidas de resignificación a lo que nunca se puede resignificar por respeto los más de 3.000 navarros y navarras asesinadas por defender la legalidad republicana. Además, la legislación memorialista de nuestro país y de nuestra comunidad es meridianamente clara al respecto y exige la eliminación de cualquier vestigio. Si a eso sumamos- ha añadido- que este edificio aquí en medio es un disparate urbanístico cerrando la ciudad hacía un sur que crece y que arquitectónicamente no vale absolutamente nada, este debate lo teníamos que haber cerrado hace tiempo”.
Guzmán ha querido poner en valor “esa Europa que se construyó basada en los valores antifascistas de después de la II Guerra Mundial, en ese París liberado por los tanques de ‘La Nueve’, en la resistencia partisana de Italia y Yugoslavia, en los valores de la revolución de los claveles portuguesa, en todo aquello que se construyó desde valores que ahora están en cuestión por el avance de la extrema derecha y por un revisionismo blanqueador de todos los crímenes cometidos por los fascistas europeos en los años 30 y 40, obviando a los millones de europeos y europeas que dieron sus vidas por la democracia y la libertad”.
