Casi la mitad de la población en España sufre trastornos digestivos funcionales, unas patologías emergentes, comúnmente cronificadas y con un alto impacto en la calidad de vida de quien los padece. Ante ello, el asesoramiento nutricional adaptado es uno de los pilares fundamentales para mejorar su evolución, como se ha explicado en la jornada enmarcada en el Día de la Nutrición y organizada por la Clínica Universidad de Navarra.
El eje microbiota-intestino-cerebro juega un papel protagonista para un correcto funcionamiento del aparato digestivo y las alteraciones en este sistema pueden contribuir al desarrollo de trastornos, como el síndrome de intestino irritable o la dispepsia funcional. Sin embargo, la variedad de sus síntomas –gases, estreñimiento o dolor abdominal, entre otros – puede dificultar su diagnóstico y prolongar la puesta en marcha de un tratamiento.
“La evidencia científica ha mostrado cómo un asesoramiento nutricional experto tiene un impacto positivo en la evolución de estos trastornos, por eso es importante que los pacientes acudan a unidades”, señala la Dra. Maite Alonso, especialista del Departamento de Digestivo.
Los trastornos digestivos afectan más a las mujeres y es más frecuente que aparezcan en edades entre los 30 y 50 años, impactando tanto en su calidad de vida como en su actividad laboral. La personalización del proceso diagnóstico es clave para evitar pruebas o procedimientos innecesarios. “Realizamos un estudio del estado nutricional y funcional del paciente teniendo en cuenta parámetros dietéticos, antropométricos, analíticos y de composición corporal, y basándonos también en cuestionarios acreditados. Esto nos permite diseñar un plan de intervención dietético-nutricional específico adaptado a la situación clínica de cada paciente y monitorizar sus efectos y riesgos asociados”, señala la Dra. María Blanca Martínez-Barbeito, especialista del Departamento de Endocrinología y Nutrición.
Para mejorar la salud intestinal, las expertas recalcan la importancia del asesoramiento al paciente, de que entienda el funcionamiento de su aparato digestivo y de resolver los mitos en torno a los productos de mercado. Además de indicaciones generales, como mantener un peso saludable, un adecuado nivel de ejercicio físico o cuidar el estrés y el descanso, “informamos al paciente para que tome conciencia de su alimentación y de cómo le afecta. Para ello, recomendamos dedicar tiempo a las comidas, a la selección de determinados alimentos y a las técnicas culinarias, así como a observar el efecto que ciertos productos tengan en su digestión, puesto que no todas las verduras, los lácteos o las frutas sientan igual a todo el mundo”, concluye la Dra. Elena Sánchez, nutricionista del Departamento de Endocrinología y Nutrición.