Consideran que «se han obviado las recomendaciones de los expertos y las propuestas vecinales» para el diseño del tramo final
PAMPLONA, 3 (EUROPA PRESS)
Contigo Navarra-Zurekin Nafarroa, coalición formada por Podemos, IUN, Batzarre y un grupo de independientes, ha mostrado su «total rechazo» al actual diseño del último tramo del corredor del Labrit, cuyas obras se iniciaron el pasado lunes, y han pedido su paralización inmediata.
En un comunicado, han considerado que el diseño «es un despropósito y no responde a ningún criterio de movilidad sostenible». «Exigimos la paralización inmediata de esta parte de las obras del corredor para repensar soluciones que prioricen a peatones y ciclistas frente al vehículo a motor», han subrayado.
Desde la coalición han añadido que «la salida para el corredor del Labrit por la que ha optado Navarra Suma ha desoído a los y las expertas en movilidad, que han criticado días atrás este tipo de diseño».
Igualmente, a juicio de Contigo Navarra, «no se han tenido en cuenta las propuestas que en su día realizaron los vecinos de la Txantrea para conseguir un carril bici que armonice el uso de las bicicletas con el espacio para peatones».
En este sentido, han reivindicado que «la apuesta en estos momentos es clara: políticas que apuesten por facilitar los desplazamientos de la manera más ecológica posible, por lo que priorizar el vehículo a motor dentro de la ciudad no se entiende y va contra lo que se propone la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética».
Tras realizar un llamamiento a Navarra Suma «a que recapacite» sobre qué modelo quiere para la ciudad, han criticado que «el actual diseño que se quiere llevar a cabo mantiene cinco carriles para vehículos a motor, que ocupan unos 14 metros de anchura, mientras que el carril bici se construye quitando espacio a una acera que no llega a los tres metros y medio».
La coalición, que ha calificado este diseño como «un auténtico despropósito», propone «ocupar uno de los 5 carriles para coches con carril bici y respetar la anchura actual de la acera», una solución, a su juicio, «más económica y menos dañina para una movilidad más sostenible» en la ciudad.
