Coincidiendo con la Semana Santa, el Parque Natural Señorío de Bertiz reabre a las visitas su red de senderos, una vez finalizados los trabajos de acondicionamiento de caminos y de retirada de árboles caídos tras el vendaval del pasado mes de octubre.
El acceso de visitantes al interior del Señorío ha permanecido restringido durante los últimos meses por cuestiones de seguridad, dado el elevado número de árboles caídos por los fuertes vientos que afectaron al bosque el 20 de octubre de 2020 y que dejaron también numerosos ejemplares en condiciones inestables y con riesgo de caída sobre pistas y senderos.
Durante estos meses, el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, a través del Servicio de Biodiversidad, ha realizado diversas actuaciones forestales de conservación y mejora en el monte del Señorío, que se iniciaron con una primera retirada y apeo de los pies caídos y de restos peligrosos que cortaban el tránsito por las pistas y senderos principales para evitar cualquier tipo de riesgo para los transeúntes de los caminos y garantizar la seguridad de los diferentes equipamientos.
Las zonas de actuación se han ubicado en los espacios de transición entre la zona de acogida y el bosque maduro y se iniciaron en las áreas de mayor afluencia de visitantes del bosque, concretamente el sendero de Reparacea, los senderos de Suspiro, Iturburua e Irretarazu y la pista principal.
Los trabajos se han llevado a cabo siguiendo las directrices del Plan de Control de Exóticas, del Plan de Gestión de la Zona Especial de Conservación (ZEC) Señorío de Bertiz y del III Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural. Así, además de garantizar y de incrementar la seguridad, se cumple con el objetivo de recuperar las masas de especies autóctonas, facilitando la implantación de masas mixtas autóctonas de forma natural.
La especie objeto de gestión ha sido el roble americano (alóctona invasora), con idea de conseguir su progresiva eliminación, sustituyéndolo por especies propias de la zona. En este caso, se ha procedido a sacar la madera de roble americano derribada, con objeto de facilitar también la entrada, natural o asistida mediante plantación, de las especies autóctonas.
