Navarra Norte

El Pirineo es una de las zonas más afectadas por el proceso de despoblamiento en Navarra

Los mayores índices de envejecimiento, menor población inmigrante y tasas de actividad más bajas influyen directamente en el proceso de despoblamiento de las zonas del Pirineo, Sangüesa y Améscoas Los mayores índices de envejecimiento, menor […]

Los mayores índices de envejecimiento, menor población inmigrante y tasas de actividad más bajas influyen directamente en el proceso de despoblamiento de las zonas del Pirineo, Sangüesa y Améscoas

Los mayores índices de envejecimiento, menor población inmigrante y tasas de actividad más bajas influyen directamente en el proceso de despoblamiento de las zonas del Pirineo, Sangüesa / Zangoza y Améscoas de Navarra.

Otsagabia (Valle de Salazar)

Estos datos se recogen en el undécimo boletín ‘Tendencias’ editado por el Observatorio de la Realidad Social del Departamento de Derechos Sociales correspondiente al mes de febrero de 2020 y que en este caso sintetiza el informe: “Desigualdades Territoriales en Navarra. Retos y Propuestas”, presentado a finales de 2019.

Este estudio se fundamenta en que el diseño de políticas regionales, donde se prime la solidaridad en términos de reducción de las desigualdades y de apoyo a un desarrollo conjunto, cohesionado y solidario debe partir ineludiblemente del conocimiento de las múltiples diversidades que configuran los espacios territoriales.

En el marco de este argumento, este Boletín sintetiza el análisis de cuatro tipos de desigualdades territoriales en Navarra: 1) territoriales y demográficas; 2) laborales; 3) sociales; y 4) competitivas y de capacidad de desarrollo. El análisis indica que las desigualdades proceden de múltiples desequilibrios administrativos, económicos, sociales, demográficos, de conocimiento, etcétera. Con todo ello, la cohesión territorial como tal no sólo no está garantizada, sino que en determinados aspectos aparecen situaciones de vulnerabilidad clara en algunas zonas de Navarra.

Los problemas de la evolución de la población se distribuyen por casi todo el territorio, pero se encuentran agravados en tres zonas: Pirineo, Sangüesa y Ega Montejurra. En las tres comarcas se produce una multicausalidad: es consecuencia de distintos factores que confluyen, con mayor o menor intensidad. Entre las causas destaca especialmente la ‘falta de empleo’. De manera lógica, una comarca con escasa actividad económica no resulta atractiva para la población en edad activa, pierde habitantes jóvenes provocando un mayor envejecimiento y, también, no atrae procesos migratorios como en otras zonas con otro desarrollo económico.

No solo el volumen de actividad económica determina diferencias territoriales. El tipo de desarrollo productivo es otro factor clave que afecta a los niveles de desempleo y ocupación de las comarcas, así como a las condiciones del empleo generado y las características principales de las personas ocupadas.

Finalmente, a estas desigualdades demográficas y laborales se añaden otras desigualdades de tipo social, también muy relevantes desde la perspectiva territorial, y que enfrentan a Navarra a distintos retos sociales para los próximos años.

Desigualdades demográficas

A pesar de que el fenómeno del despoblamiento ha tomado un especial protagonismo en la agenda pública, de forma estricta no hay un grave problema de despoblación en Navarra. En términos generales se está incrementado el número de habitantes, pero existen zonas más vulnerables. Algunas están en claro retroceso poblacional como el Pirineo y las Améscoas. La Unión Europea sitúa el riesgo de despoblamiento en una densidad de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Hay dos comarcas muy por debajo: Pirineo (4,1) y Prepirineo (7,7), y otras que se acercan a este umbral de riesgo: Arga Valles (19,9), Larraun (18,8) y Sangüesa (14,3).

El envejecimiento es el mayor reto que encuentra la proyección demográfica en Navarra. El descenso sostenido de la natalidad y la considerable reducción de la mortalidad ha llevado a un aumento importante de la esperanza de vida, que en Navarra se sitúa en 84 años. Todo ello confronta un éxito, como es la esperanza de vida, con un reto social de primera magnitud, que es el envejecimiento de la población. Las comarcas con mayores índices de envejecimiento coinciden en gran medida con las que tienen mayor grado de despoblación y menor densidad: Pirineo (426), Sangüesa (222,4) y Ega: Montejurra (192,3).

Estas comarcas con menor densidad de habitantes y mayor envejecimiento y sobreenvejecimiento de la población son las más afectadas por la dependencia senil, con índices muy por encima de la media navarra (30,1), alcanzando incluso un 54,7% en el caso de Pirineo. También viven con más intensidad procesos como la masculinización de la población, especialmente en áreas rurales, así como en ellas se concentra el mayor riesgo de dificultad de reemplazo de la población “soporte” (40-55 años), con todas las consecuencias que ello implicará a futuro. Además, son comarcas con menor acceso de inmigración. En grandes rasgos se van determinando los espacios más frágiles desde la perspectiva de la demografía, lo que acaba teniendo importantes consecuencias sobre las realidades económicas, sociales y culturales.

Desigualdades laborales

En una sociedad longeva como la navarra, la población en edad activa se ha visto reducida considerablemente. Este fenómeno se intensifica especialmente en comarcas como el Pirineo, cuya tasa de actividad no alcanza el 50%, y habla de un aspecto muy relevante en el mercado de trabajo, como es el volumen de oferta de personas trabajadoras de la zona.

Por otra parte, desde la perspectiva territorial, determinados niveles de desempleo muestran una incidencia excesiva, más allá del factor estructural, en comarcas como Ega y Ribera. Sus tasas de paro se encuentran por encima de la tasa de paro del conjunto de Navarra. Por el contrario, en los niveles más bajos de desempleo se encuentran las comarcas de Bidasoa y Larraun, con tasas que rondan el 6%. La evolución del desempleo tampoco ha sido homogénea territorialmente.

Por su parte, el empleo también se comporta de manera distinta según el territorio. Así, el volumen de la ocupación se encuentra por debajo del resto de las comarcas en las zonas de Pirineo y Ega (Ribera Estellesa y Montejurra). Sus tasas de empleo no alcanzan en ningún caso el 48% y se sitúan entre 7 y 6 puntos por debajo de la tasa de empleo de Navarra (53,17%).

Un factor determinante del desarrollo del empleo de una zona es la especialización de la actividad económica. Las cifras de personas afiliadas a la Seguridad Social según comarca de residencia y actividad muestran una mayor concentración en el sector primario en el Pirineo (13,6%), Ribera Alta (13,2%) y Ribera Estellesa (12,1%). Respecto a la industria manufacturera, tiene un mayor protagonismo en la Ribera Alta (43,5%) y la Ribera Estellesa (39,7%), así como en la Sakana (36,3%). También resulta destacable el importante peso de la industria manufacturera en la comarca de Sangüesa (33,6%. La presencia de las ramas de comercio y hostelería es mayor, en términos relativos, en la comarca del Bidasoa (28,3%) y en el Pirineo (27,2%).

Desigualdades sociales

Tres comarcas como Ribera (30,5), Ribera Estellesa (29,44) y Ribera Alta (28,43) registran niveles significativamente más elevados que la media de Navarra; incluso duplican con creces las tasas de riesgo de pobreza de comarcas como Arga: Valles (12,71). Esta situación se da, aun cuando en todas las zonas se ha producido un descenso significativo de la tasa de riesgo de pobreza. De hecho, en la Ribera Alta se produce un descenso de 8,8 puntos, aun así, las diferencias siguen siendo significativas.

Igualmente, las tres comarcas con los niveles de renta por hogar más bajos de Navarra son anteriormente mencionadas. La Ribera Estellesa registra una renta 4.901,00€ por debajo de la media de la Comunidad, a pesar del incremento en la última década de 1,3%. Pero más llamativo, si cabe, es la situación de la Ribera Alta, que a pesar de manifestar un incremento del 7% en su renta media por hogar, esta sigue encontrándose 3.481 Euros por debajo de la navarra.

Por otra parte, los datos que se exponen a continuación nos presentan una desigual protección social y frente al desempleo según comarcas, previsiblemente en base a la demanda. En concreto, teniendo en cuenta el total de las personas desempleadas, en zonas como la Ribera (56,7%) y la subcomarca de Pamplona / Iruña (52,1%), las personas desempleadas sin cobertura por desempleo superan el 50%, mientras que en comarcas como Pirineo (24,2%) y Bidasoa (30,8%) se dan los porcentajes de desprotección más bajos. Y, por último, la cobertura de la Renta Garantizada, tampoco es territorialmente homogénea. Así, mientras que en Arga: Valles (10,4%), Ribera Estellesa (9,4%) y Ribera (9,2%) alcanza a más del 9% de la población, en comarcas como Pirineo (0,5%), Bidasoa (2,3%) y Larraun (2,6%), no llega al 3%.

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