Mancomunidad de Montejurra reúne a diversos agentes para reflexionar sobre el desperdicio alimentario

Se han dado a conocer iniciativas como la Nevera Solidaria y Espigoladors 

Agentes del ámbito social, ambiental, sindicatos agrarios y profesionales, se dieron cita ayer en Estella para hablar sobre el desperdicio alimentario, en la jornada “Experiencias inspiradoras de prevención de residuos”.

El acto, organizado por la Mancomunidad de Montejurra y presentado por su presidenta, Mariví Sevilla, contó con la asistencia de Eva García Balaguer, Directora general de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno de Navarra, Raúl Salanueva, Jefe de la Sección de Residuos del Gobierno de Navarra, Álvaro Saiz, presidente y fundador de Galdakaoko Boluntarioen Elkartea – Asociación Humanitaria de Voluntarios de Galdakao y Núria Casas, miembro de Espigoladors, entidad sin ánimo de lucro.

Mariví Sevilla ha dado inicio a la jornada explicando que “tenemos la posibilidad y por tanto la responsabilidad como gestores de residuos, de tender puentes entre entidades para potenciar proyectos sostenibles que minimicen el despilfarro alimenticio”.

En palabras de la Directora general de Medio Ambiente, el Gobierno está trabajando para convertir la prevención en el centro de toda acción y hacer realidad la economía circular. En este sentido se está elaborando la Ley foral de residuos, de la cual se espera tener el anteproyecto en verano y en la Oficina de prevención de residuos y economía circular.

Raúl Salanueva explicó que el Plan de Residuos de Navarra 2017-2027, contiene como línea de acción del Programa de Prevención, la aplicación de la «Estrategia: más alimento, menos desperdicio» del Ministerio de Medio ambiente en Navarra, con medidas como la creación de una Mesa de trabajo o la elaboración de un Plan de acción para impulsar y dinamizar la prevención de residuos alimentarios.

Además, el Gobierno pretende apoyar las iniciativas impulsadas por diferentes entidades clave que permita la implantación en toda Navarra de la recogida de alimentos aprovechables.

Por su parte, Álvaro Saiz ha presentado la iniciativa Nevera Solidaria, un proyecto de lucha contra el despilfarro de comida, poniendo a disposición de las personas alimentos que para otros suponen un excedente, a través de neveras. Su propósito es crear una Red de neveras que compartan la misma filosofía y que, de forma conjunta, favorezca una corriente solidaria.

Núria Casas, ha compartido la experiencia de Espigoladors, una entidad catalana dedicada a la lucha contra el despilfarro alimentario a la vez que empodera a personas en riesgo de exclusión social de una manera transformadora, participativa, inclusiva y sostenible. Para ello trabajan en tres líneas: la recogida directa en el campo de alimentos que no se pueden vender (espigar) para destinarlos a colectivos sociales; el procesado de parte de lo recogido para elaborar mermeladas, purés, y otros comercializados con la marca “Es-Imperfect” y una línea de sensibilización y concienciación.

La Mancomunidad de Montejurra ha dado algunos pasos en este sentido, realizando  un pequeño estudio con la Asistencia técnica ambiental, en el que se espera seguir profundizando:

“Tras la visita a sociedades gastronómicas, tiendas de alimentación y establecimientos hosteleros, se ha visto que el 93% de las personas entrevistadas manifiestan que parte de los residuos que generan son aprovechables, especialmente en la hostelería”, ha explicado Mariví Sevilla.

Conclusiones de la Jornada

Como conclusiones del encuentro las entidades destacaron la necesidad trabajar en red para dar soluciones innovadoras a la situación actual.

Se vio la necesidad de hacer una revisión de la normativa existente para objetivar determinados mitos en torno a los alimentos que, en ocasiones, favorecen el despilfarro. Además, se estableció como prioridad el trabajo con el Departamento de Salud para buscar soluciones conjuntas, con todas las garantías sanitarias.

Asimismo, se puso de manifiesto la necesidad de realizar una importante labor de concienciación, transmitiendo que todos somos parte de la solución y que antes de tirar, es importante pensar en cómo evitar que se generen residuos. 

Despilfarro alimentario, una situación a evitar

Un mismo planeta cuenta con dos realidades opuestas: por un lado, casi un tercio de los alimentos que se producen, el 32%, se desperdicia, mientras cerca 900 millones de personas pasan hambre, que se podrían alimentar sólo con la mitad de lo que se desecha.

El despilfarro alimentario mundial cuesta casi un billón de euros al año y sus efectos ambientales son considerables. Los productos desperdiciados equivalen al cultivo estéril del 28% de la superficie agrícola, requieren el uso de 26 millones de toneladas de recursos y la producción y eliminación de estos alimentos provoca la emisión 170 millones de toneladas de CO₂ de gases de efecto invernadero.

Es decir, que si el despilfarro fuera un país, sería el tercero más contaminante del mundo, después de EEUU y China, según la FAO y el World Resources Institute de EE.UU.

El Parlamento europeo ha aprobado recientemente medidas para reducir el desperdicio alimentario, como la exención de impuestos en las donaciones de alimentos y la distinción clara entre las etiquetas de “consumo preferente” y “fecha de caducidad”, que genera confusión entre los consumidores, con el objetivo de reducir el volumen de desperdicio alimentario, en un 30% para 2025 y en un 50% para 2030.

Experiencias en Navarra

Navarra cuenta con iniciativas de interés en este sentido, como la que llevan a cabo el Banco de Alimentos y la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona desde 2010, gracias a la cual se evita cada año que 500 toneladas de alimentos frescos se conviertan en residuos. 

Las cifras

Notas. (*) 2,6% del total de la población navarra