Asier Urra, alcalde de Villatuerta, y Koldo Leoz, primer edil de Estella, intercambiaban sus varas de mando por un día, como marca la tradición cada 1 de mayo, simbolizando la concordia y la buena vecindad.
Alcaldes, concejales y decenas de ciudadanos de Estella, Villatuerta y Arandigoyen acudían a la Basílica del Puy e iniciaban las multitudinarias romerías de mayo, que se extienden por toda la Merindad y el resto de Navarra, en una jornada marcada por el frío meteorológico combatido por el calor humano de unos vecinos que, cada año por estas fechas, se reúnen en entrañable acto de convivencia y hermandad.
En Murieta (Valdega), el popular «mayo» volvía a ser protagonista. Un muñeco de paja que representa todos los males ocurridos durante el último año, colgado en lo más alto de un chopo cortado en las riberas del río Ega, permanecerá así hasta finales del mes de mayo, cuando sea descolgado y quemado junto al frontón de la localidad de Tierra Estella.