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Vecinos de Roncesvalles y Paulino Caballero exigen la reapertura al tráfico de la salida peatonal

El concejal Borja Izaguirre ha justificado el cambio en un informe técnico y en la existencia de un transformador subterráneo que debe ser protegido

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  • Imagen del cruce con los nuevos pivotes -

Este miércoles por mañana, en la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona, los vecinos de las calles Roncesvalles y Paulino Caballero han expresado su descontento por el corte de tráfico que impide el giro desde Paulino Caballero hacia la Avenida Roncesvalles. La intervención ha sido realziada en nombre de todos ellos por María, una vecina de la zona, quien ha expuesto en representación de un grupo vecinal los problemas que este corte está causando a los residentes.

María ha comenzado su intervención agradeciendo la oportunidad de participar en la comisión y ha señalado que el corte fue inesperado y sin previo aviso, afectando a los vecinos que de un día para otro se encontraron con la imposibilidad de girar hacia Avenida Roncesvalles. “Nadie nos informó de que esto iba a pasar”, ha subrayado. 

La portavoz vecinal ha detallado que los argumentos proporcionados por el Ayuntamiento para justificar el corte incluyen la reducción de contaminación, el deterioro del pavimento y la peligrosidad para los peatones. Sin embargo, María ha señalado que otras calles de la zona con similares características no han sufrido restricciones, mencionando casos como la Avenida Roncesvalles hacia la calle Amaya, pasando por Carlos III, o la salida del parking de la Plaza del Castillo.

El corte de tráfico ha obligado a los vecinos, incluidos los usuarios de tres parkings cercanos, a tomar rutas alternativas mucho más largas, lo que ha incrementado el tiempo de recorrido de un minuto a entre 10 y 15 minutos en hora punta, pasando por zonas como Cortes de Navarra y calle Amaya. “Este desvío incrementa notablemente la contaminación y la peligrosidad por el aumento de pasos de peatones”, ha afirmado María.

Los vecinos cuestionan la existencia de un informe técnico que justifique este corte y piden al Ayuntamiento reconsiderar la decisión. Han propuesto alternativas como permitir el acceso solo a residentes mediante cámaras de control, como ocurre en el Casco Viejo, o implementar una señal de prohibición específica para los no residentes, con sanciones para los infractores.

María ha cerrado su intervención destacando que los problemas de peligrosidad no provienen de los coches, sino más bien de los patinetes que circulan a gran velocidad. “Queremos que se reconsidere esta decisión y que se valore realmente el impacto que tiene para nosotros, los vecinos”.

La propuesta de los vecinos ha sido escuchada en el contexto del debate de una iniciativa presentada por UPN para reabrir el giro, que finalmente no ha prosperado debido al rechazo de los demás grupos, salvo el PP.

El concejal Borja Izaguirre justifica los cambios en un informe técnico y en daños al pavimento

Por su parte el concejal de Movilidad y Proyectos, Borja Izaguirre, ha explicado los motivos técnicos detrás del cierre al tráfico del tramo de la Avenida Roncesvalles. Izaguirre ha respondido a las críticas de los vecinos afectados y ha aclarado que la decisión no es política, sino técnica, y que ha sido adoptada por el área de Seguridad Ciudadana basándose en un informe detallado. Ha destacado que el cierre responde a un informe técnico elaborado tras un seguimiento desde 2020, que concluye que el pavimento y el entorno no pueden soportar el tráfico creciente.

Según el informe, desde 2005, la Avenida Roncesvalles estaba diseñada como un espacio semipeatonal. Sin embargo, en 2011, debido al deterioro del pavimento y el aumento del tráfico, se realizaron modificaciones. A lo largo de los años, la calle ha experimentado un incremento del tráfico, desdibujando su uso original y afectando la seguridad de los peatones.

El concejal ha detallado que el informe, fechado en mayo de 2024, evidencia un aumento en el uso del vial para estacionamientos irregulares, y numerosos incidentes que incluyen caídas de viandantes y daños en un centro de transformación soterrado de Iberdrola. Estos problemas, sumados al desgaste del pavimento, han llevado a la conclusión de que el espacio no puede mantenerse con obras de conservación ordinaria.

Izaguirre ha criticado la postura de UPN, señalando que conocían el informe técnico y la previsión del cierre al tráfico, pero no lo comunicaron a los vecinos. Ha defendido que la eliminación del tráfico en Roncesvalles busca devolver el espacio a su diseño original para peatones y permitir un mantenimiento sostenible del pavimento, en línea con las demandas de Conservación Urbana.

El concejal ha finalizado su intervención instando a los grupos a actuar con responsabilidad y a reconocer la base técnica de la decisión, reiterando que no se trata de una medida arbitraria, sino fundamentada en la necesidad de preservar la seguridad y la integridad del entorno urbano.

Aitor Silgado, concejal de UPN, critica la gestión del cierre al tráfico en la Avenida Roncesvalles y propone soluciones alternativas

Por su parte, Aitor Silgado, concejal de UPN, ha intervenido para expresar su desacuerdo con el cierre al tráfico de la Avenida Roncesvalles y ha argumentado que la medida es excesiva e inconsistente con las necesidades de los vecinos y la lógica urbana. Silgado ha defendido la necesidad de equilibrar la peatonalización con el acceso a los garajes y ha acusado al Ayuntamiento de optar por la solución más fácil, en lugar de abordar el problema de forma más efectiva.

Silgado ha comenzado señalando que, aunque su grupo apoya la idea de crear calles exclusivas para peatones, estas no deberían incluir aquellas donde haya garajes a los que los vecinos necesiten acceder. “Es un contrasentido cerrar el acceso a calles con garajes, lo que obliga a los vecinos a buscar alternativas que empeoran el tráfico y la ocupación de plazas de aparcamiento en la calle”, ha subrayado.

El concejal ha cuestionado la interpretación del informe técnico del 7 de mayo de 2024, al que hizo referencia Borja Izaguirre, señalando que el uso de la palabra "preferentemente" peatonal no implica una prohibición total del tráfico. Silgado ha argumentado que, en lugar de optar por la prohibición absoluta del acceso, el Ayuntamiento debería haber implementado medidas para sancionar a quienes utilicen la vía de manera indebida, como instalar cámaras para identificar a los vehículos no autorizados, similar a lo que ya se hace en otras calles como Padre Moret.

"En vez de hacer lo más difícil, que es controlar y sancionar a quienes no deberían pasar, se ha optado por la prohibición total, también afectando a los vecinos", ha señalado Silgado. Según él, un sistema de cámaras disuadiría en pocos días el uso indebido de la calle, permitiendo que solo los vecinos y los conductores autorizados pudieran circular, minimizando el impacto sobre el tráfico.

El concejal también ha criticado la falta de previsión en la gestión del pavimento y la infraestructura, argumentando que las zonas que sufren más desgaste deberían ser mantenidas con mayor inversión y no simplemente cerradas al tráfico. “Si hay que invertir más para mantener estas áreas en condiciones, eso es lo que debe hacerse”, ha afirmado.

Silgado ha concluido alertando que las medidas actuales solo están desplazando el problema a otras zonas ya congestionadas, como los alrededores de la avenida, aumentando el tráfico, la contaminación y los tiempos de desplazamiento de los vecinos. Ha insistido en que una gestión más racional y con un poco más de esfuerzo por parte del Ayuntamiento podría resolver la situación sin necesidad de recurrir a cierres drásticos y poco justificados.

 

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