El Pleno ordinario celebrado por la Corporación municipal estellesa, el correspondiente al mes de abril de 2016, servía para sacar a la luz la controversia entre los diferentes grupos políticos sobre temas como la Ley foral de símbolos y la ikurriña, la Oferta pública de empleo en educación y el euskera, el atentado terrorista de Estella en el que fueron asesinados dos guardias civiles en 1988 ó la vigente política europea de asistencia a los refugiados.
Unión del Pueblo Navarro (UPN), primera fuerza política de Estella con cinco concejales pero actualmente en la oposición, presentaba ante el Pleno una moción en la que proponía evitar la derogación de la Ley foral de símbolos y defender el uso exclusivo de la bandera de Navarra por parte de las entidades locales. El grupo regionalista recibía únicamente el apoyo de los dos ediles del Partido Socialista de Navarra (PSN-PSOE), por lo que la moción no salía adelante. De derogarse la actual normativa, banderas como la ikurriña podrían ondear legalmente en los ayuntamientos navarros que así lo decidieren.
En el transcurso de la misma sesión, el principal partido de la oposición solicitaba que las convocatorias de Oferta pública de empleo (OPE) de educación respondan a las necesidades educativas de la Comunidad Foral y a la realidad sociolingüística de Navarra, «sin modelo de lista única encubierta, que prima a los docentes en euskera frente a los de castellano por intereses políticos». La moción sólo contaba el apoyo de regionalistas y socialistas y también era rechazada por el equipo de gobierno formado por EH Bildu, Ahora-Orain y Geroa Bai (10 votos).
UPN instaba a la Corporación a colocar una placa de memoria y recuerdo de los dos guardias civiles asesinados por ETA en el atentado terrorista con coche bomba perpetrado en Estella en agosto de 1988. El alcalde, Koldo Leoz (EH Bildu), tildó la moción de «oportunismo político, presentada de forma chapucera». Finalmente, todos los grupos decidían abordar el asunto próximamente en Junta de portavoces.
Por unanimidad, el Ayuntamiento de Estella-Lizarra mostró su rechazo al acuerdo alcanzado por parte de la Unión Europea con Turquía para devolver a todos los migrantes, incluídas las personas demandantes de asilo, «urgiendo dar una respuesta humanitaria a los refugiados, respetuosa con el derecho internacional de asilo y los derechos humanos» y sumándose al Manifiesto «Pasaje Seguro», suscrito por organizaciones sociales, centrales sindicales y partidos políticos de toda Europa.
