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La red de cuidados Zaintzen arranca en la Mancomunidad Andia para combatir la soledad de los mayores

Guesálaz, Lezaun, Salinas de Oro y Yerri impulsan encuentros gastronómicos y redes vecinales para fortalecer la cohesión en el ámbito rural.

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El proyecto Zaintzen ha iniciado oficialmente su actividad en la Mancomunidad Andia con el objetivo de tejer una red de cuidados comunitarios en los municipios de Guesálaz, Lezaun, Salinas de Oro y Yerri. Esta iniciativa, respaldada por el Programa Innova de Fundación Caja Navarra y Fundación “la Caixa”, busca mejorar la calidad de vida de las personas mayores de 55 años a través de la socialización y el apoyo mutuo.

Las "quedadas a comer" como motor social

La primera fase del proyecto se ha materializado con las denominadas “quedadas a comer”, encuentros informales en restaurantes de la zona que persiguen un doble beneficio. Por un lado, fomentan que los vecinos compartan tiempo y combatan el aislamiento; por otro, dinamizan la hostelería local durante los días laborables. Estos encuentros tienen carácter itinerante y se celebrarán mensualmente en distintos establecimientos, como el Ostatu de Yerri o el restaurante El Saloon de Muez.

Para enriquecer la propuesta, los responsables de Zaintzen han tomado como referencia la experiencia de la asociación Zaindu Leitzaldea, pionera en la promoción de comidas comunitarias para cuidar tanto la nutrición como los vínculos emocionales entre la población rural.

Espacios intergeneracionales y "puntos radar"

De cara a 2026, el proyecto contempla acciones más allá de la gastronomía. El próximo 16 de enero se celebrará en el Ayuntamiento de Guesálaz la primera reunión para diseñar espacios de encuentro intergeneracional. Además, se pondrá en marcha una formación específica para que comercios y bares se conviertan en “puntos radar”, capaces de detectar necesidades de cuidado entre sus clientes habituales.

En el desarrollo de esta red participan activamente los ayuntamientos implicados, la Mancomunidad de Servicios Sociales de Iranzu y diversas asociaciones de jubilados como Obantzea. Con la creación de esta estructura vecinal, la Mancomunidad Andia se posiciona como un referente en la atención de proximidad, poniendo en valor las redes de apoyo existentes y creando nuevas herramientas para el bienestar colectivo.

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