La pasión por el fútbol siempre deja anécdotas únicas, pero lo que ocurrió al final del partido entre Sevilla y Osasuna en el Sánchez Pizjuán es digno de un guion de película. Dos pequeños aficionados rojillos, visiblemente emocionados, esperaron a que el canterano Aimar Oroz se acercara para regalar su camiseta. ¿El problema? Solo había una, pero dos pretendientes.
¿Qué hicieron los chavales para decidir al ganador? Nada menos que una épica ronda de 'piedra, papel o tijera' que quedó registrada en video por las redes sociales del club. La tensión, los nervios y la victoria de uno de ellos desataron risas entre los presentes, pero la historia no terminó ahí.
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— C. A. OSASUNA (@Osasuna) December 2, 2024
Un juego por un regalo inolvidable. pic.twitter.com/sE56SirsYz
Cuando el jugador Rubén García vio el video, decidió que la derrota del otro pequeño, Mario, no podía ser el final de esta historia. «Ni corto ni perezoso», localizó al niño y le entregó su propia camiseta en el hotel del equipo, arrancando aplausos virtuales de los seguidores rojillos.
En un segundo video publicado por Osasuna, el club dejó claro que las historias felices son su especialidad: «Nos encantan las historias con final feliz».
Nos encantan las historias con final feliz.
— C. A. OSASUNA (@Osasuna) December 3, 2024
Mario no pudo hacerse con la camiseta de Aimar, pero Rubén García le tenía preparada una sorpresa en el hotel.
? @RubenGarcia14 https://t.co/60zcJC2AUO pic.twitter.com/m2WPnZMhfK
Ahora, ambos niños tienen un recuerdo imborrable de su equipo, y Osasuna demuestra que el fútbol no solo se juega en el campo, sino también en el corazón.