Además de que sea estiloso y bonito en cuanto al diseño conviene cuidar las imágenes, que el mensaje sea claro, conciso y que enganche con un titular
Cada día queda más claro que la comunicación personalizada con los potenciales clientes da un plus en un mundo saturado de información y publicidad comercial. Por eso, las campañas de mailing deben pensarse para ser lo más eficaces posibles sin conseguir el efecto de que no nuestros destinatarios ni abran nuestro correo, o peor todavía, que acaben en la bandeja de spam.
No es un secreto que encuestas confirman que las campañas de mailing pueden ser mucho más eficaces que otro tipo de campañas comerciales, dado que más del 80% de los internautas navarros abren diariamente su correo electrónico para consultar sus mensajes.
Una regla de oro es que tenemos que darle primero nosotros el máximo valor a la newsletter o campaña de mailing, lo que tendrá un resultado cuando el cliente haga la operación de abrirlo en su correo. Por eso como diseñar un mailing es esencial, teniendo en cuenta que lo que queremos es fidelizar y vender no solo un producto o servicios sino también nuestro ’saber hacer’ como marca comercial.
Un mail no es una web ni debe serlo nunca: no tenemos que contarlo todo, ni poner música de trompetas de fondo para llamar la atención. Basta que el mail sea llamativo y bonito en sí, con un diseño atractivo (pero que no chirríe) ya abre las primeras barreras para que los destinatarios pierdan su valioso tiempo en leer lo que queremos contarles. Existen plataformas que nos facilitan el envío masivo email y que nos pueden facilitar mucho un trabajo que de otra forma sería tedioso y largo.
Otra idea importante es cuidar el titular y el nombre de nuestro newsletter, que lo haga de una forma ‘especial’. Y es que en una bandeja con cientos de correos al día el que no llama la atención de alguna manera, acabará en la papelera con una seguridad total.
Claro está que no podemos cargar imágenes demasiado complejas o pesadas en el newsletter, ya que corremos el riesgo de que de errores y nos salga el tiro por la culata. En resumen: imágenes sí, pero las justas y suficientes para el objetivo que nos hayamos marcado, guardando el equilibrio con el texto. Y podemos optar por fórmulas donde las imágenes estén en nuestro servidor y no en el correo o newsletter. Conviene igualmente colocar links alternativos por si nuestro cliente de correo no deja visualizar correctamente el newsletter, ya que de lo contrario habremos perdido oportunidades.
En resumen, para conseguir un resultado inmejorable en nuestros envío de mailing hay que recordar que además de que éste debe ser estiloso y bonito en cuanto al diseño, conviene cuidar las imágenes, y por supuesto, como si de una noticia se tratara , que el mensaje sea claro, conciso y que enganche con un titular llamativo.