Este miércoles tiene lugar en el Museo del Carlismo de Estella-Lizarra la presentación del proyecto de revalorización del fuerte Princesa de Asturias en Monte Esquinza (Villatuerta), construído durante la última guerra carlista (1872-1876), lugar en el que se realizan excavaciones arqueológicas desde hace más de un año, y donde se ha previsto también la limpieza, estudio y consolidación de los elementos existentes, la señalización de los accesos y la colocación de paneles informativos.
En el transcurso del acto, que se inicia a las 19,00 horas, se impartirá la conferencia “Arqueología de las guerras carlistas”, contando con la participación de Asier Urra (alcalde de Villatuerta), Sergio Escribano (director de la excavación), Iban Roldán (coordinador) y José María Ocáriz. El proyecto, patrocinado por el Ayuntamiento de Villatuerta, cuenta con la dirección técnica del Grupo de Investigación de Patrimonio Construído de la Universidad del País Vasco/ Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU).
El fuerte Princesa de Asturias
El fuerte se encuentra en el Monte Esquinza dentro del término municipal de Villatuerta. Consta de un edificio de piedra con forma de cruz griega, con brazos de 10 metros de longitud y 5 de ancho, a la que esta adosada una luneta, posición para la artillería, con forma de pentágono regular de unos 28 metros de lado, todo ello rodeado de parapetos y fosos, que se cruzaban por medio de puentes levadizos.
El edificio mantiene actualmente la mayor parte del muro con una altura de entre 1 y 2 metros en el cual se mantienen varias aspilleras, orificios verticales para disparar con fusil. El fuerte, al igual que los otros tres que existen en el Monte Esquinza, fue construído por el ejército alfonsino a principios del año 1875, tras su derrota en la batalla de Lácar. Las fuentes escritas de la época indican: “…en el interior hay local espacioso para una guarnición de 100 infantes y 20 artilleros, más las dependencias necesarias, como son depósito de víveres y municiones, cocina y bodega.” El fuerte Princesa de Asturias, denominación que se le da tras su construcción, fue ocupado de forma permanente por las tropas liberales durante casi un año, hasta el final de la guerra en febrero de 1876.
La excavación arqueológica se enmarca dentro de un proyecto general de puesta en valor de estos restos, junto a los tres fuertes existentes en el Monte Esquinza de Villatuerta.