El consejero de Educación, Cultura, Deporte y Juventud, Pedro Uruñuela, y la directora general de Cultura, Ana Zabalegui, han inaugurado esta mañana en la Biblioteca de La Rioja Almudena Grandes la exposición ‘Con privilegio real: Guillén de Brocar, primer tipógrafo de Logroño’, que recorre la vida y obra del tipógrafo, primero en la capital riojana en abrir una imprenta a principios del siglo XVI, y emblema con ello de la apertura de La Rioja a la modernidad. La muestra se alberga en la sala de exposiciones de la Biblioteca hasta el próximo día 31, y en ella se alberga una decena de importantes joyas impresas, procedentes de los fondos de la Biblioteca de La Rioja, el Instituto de Estudios Riojanos y la biblioteca del monasterio de San Millán de la Cogolla.
En un acto en el que han estado también presentes el director de la Biblioteca, Josu Rodríguez, y los comisarios de la muestra, Alberto Sal y Lidia De Felipe, el consejero Uruñuela ha destacado la propia figura de Guillén de Brocar “como clave de la llegada de la modernidad en Logroño y en La Rioja; él fue la primera persona que abrió en esta ciudad un taller de imprenta y, en lo sucesivo, considerado uno de los tipógrafos claves del Renacimiento español; su figura y su papel en nuestra sociedad son, por tanto, esenciales, porque la imprenta es el nombre propio de la revolución cultural, social, y del conocimiento que el ser humano vivió a partir del siglo XV”. Con este invento “se democratizó y se extendió a los pueblos el acceso a la información, a la literatura, y se abrió la puerta de acceso universal al conocimiento y a la educación, en lo que podemos llamar como uno de los grandes puntos de inflexión de la historia: el del salto a la modernidad, que aún tendría que recorrerse en los tiempos sucesivos”.
La muestra
La exposición cuenta, a través de la muestra de joyas del patrimonio bibliográfico riojano, cómo fue la llegada del invento a la capital riojana de la mano del impresor Arnao Guillén de Brocar a principios del siglo XVI. La invención de la imprenta de tipos móviles marca uno de los instantes decisivos en la Historia de la Humanidad: Johannes Gutenberg, su inventor, dio en 1456 con la solución a uno de los retos del Renacimiento, que era responder a las demandas de una sociedad cada vez más alfabetizada superando las limitaciones que la copia manuscrita imponía sobre la producción de libros. Las ventajas del revolucionario procedimiento transformaron la dimensión cultural del libro, convirtiéndolo en el instrumento de transmisión del conocimiento que sigue siendo hoy en día.
La imprenta de Gutenberg se transmitió con rapidez desde Alemania al resto de Europa. A España llegó en 1472, hace exactamente 550 años. Tres décadas más tarde se instalaría el primer taller en Logroño. La exposición ‘Con privilegio real: Guillén de Brocar, primer tipógrafo de Logroño’, organizada por la Biblioteca de La Rioja Almudena Grandes, cuenta al visitante cómo fue la llegada del invento a la capital riojana en 1502 de la mano de un impresor de oscuro pasado, Arnao Guillén de Brocar. La biografía de Brocar es la de un artesano emprendedor que, gracias a su pericia profesional y a su olfato comercial, terminará siendo uno de los referentes ineludibles para explicar el desarrollo de la imprenta española en sus primeras décadas.
Una oportunidad para disfrutar de nuestro patrimonio bibliográfico
A través de más de diez obras procedentes de los fondos de la Biblioteca de La Rioja, el Instituto de Estudios Riojanos y la biblioteca del monasterio de San Millán de la Cogolla, se revela, entre otros aspectos, la relación que Brocar mantuvo con grandes personalidades como Antonio de Nebrija o el cardenal Cisneros. Destacan obras como Tractatus sacerdotalis de Nicolas Plove, una de las primeras impresiones salidas del establecimiento logroñés de Brocar en 1503; la Crónica serenissima de Juan II de Castilla realizada en 1517 por orden de Carlos V, considerada como una las obras más importantes de la imprenta española del siglo XVI y la más bella de Brocar en Logroño, o la Biblia Políglota Complutense, posiblemente el proyecto tipográfico más complejo y ambicioso llevado a cabo en su época.
Con esta muestra, la Biblioteca de La Rioja pretende compartir con la ciudadanía algunos de los tesoros bibliográficos más valiosos custodiados en instituciones riojanas, que por su alto valor patrimonial son conservados bajo estrictas medidas de seguridad.