Navarra Sur

Vecinos del Casco Viejo dicen que «el barrio no se vende» y piden limitar los pisos turísticos y la hostelería

PAMPLONA, 18 (EUROPA PRESS) Vecinos del Casco Viejo de Pamplona han defendido este sábado que «el barrio no se vende», han rechazado la «gentrificación» de esta zona de la ciudad y han reclamado la reducción […]

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PAMPLONA, 18 (EUROPA PRESS)

Vecinos del Casco Viejo de Pamplona han defendido este sábado que «el barrio no se vende», han rechazado la «gentrificación» de esta zona de la ciudad y han reclamado la reducción del número de pisos turísticos, de licencias de hostelería y de eventos.

Lo han hecho un acto que ha puesto punto y final a la campaña ‘El Casco Viejo no se vende’, en la cual vecinos del barrio han colgado carteles de ‘Se vende’ en su balcones durante dos semanas. Finalmente, este sábado, en un acto en la Plaza de los Burgos en el que han participado alrededor de 200 personas, han destruido estas señales y las han tirado a la papelera.

Previamente, han leído, en castellano y euskera, un comunicado en el que critican que la proporción de bares en el barro es «mucho más alta que el resto de la ciudad» y han lamentado que el acceso a la vivienda «es imposible para muchas personas» que «tienen que marcharse». Esto es así porque «más de la mitad de todos los apartamentos turísticos que hay en Pamplona» están en el Casco Viejo, zona donde «no llegamos a ser el 6% de la población».

Han censurado que «la invasión del espacio público y su uso para intereses privados no para de crecer» y sus espacios «están continuamente ocupados por eventos y actividades de ocio que nada tienen que ver con las personas que vivimos en el barrio». Mientras tanto, han lamentado, «el vecindario es el gran olvidado».

Por todo ello, han planteado una «hoja de ruta» que pasa por «suspender» la concesión de licencias de hostelería, reducir el número de licencias vigentes, así como el espacio dedicado a terrazas. Igualmente, han demandado que «se aplique la normativa para que podamos tener un Casco Viejo saludable», que se reduzca el número de eventos en el barro y que, los que se celebren, sean «respetuosos con los vecinos y vecinas».

Por otro lado, han apostado por un «modelo de seguridad que se base en la confianza en el vecindario, en el conocimiento mutuo» en el que «no caben las cámaras de videovigilancia». Y han pedido que se creen dotaciones deportivas y una plaza cubierta.

Finalmente, han llamado a «recuperar viviendas municipales del Casco Viejo para oferta pública y han demandado un plan de acceso a la vivienda y «conseguir un barrio libre de desahucios». Por su parte, exigen que se reduzca el número de plazas de alojamientos turísticos.

Demandas todas ellas que son «fruto de consensos adquiridos tras un proceso de medio año» y que es «el inicio de un camino que comienza ahora» para luchar «contra la gentrificación que asola nuestro barrio».

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