La Clínica Universidad de Navarra cerró el pasado 2024 con una tasa de cesáreas del 20%, una cifra por debajo de la media de hospitales públicos (22,9%) y privados (34,5%) en España, según los últimos datos del Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2023.
Este dato cuantifica una de las líneas estratégicas del Departamento de Ginecología y Obstetricia del hospital, comprometido con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Para ello, se ha trabajado en protocolos actualizados conforme las últimas evidencias, el respeto a los tiempos de dilatación y expulsivo de cada paciente durante el parto y la construcción de un equipo interdisciplinar coordinado y especializado en casos complejos.
“Pese a que la cesárea es un procedimiento obstétrico seguro, sus riesgos son mayores que los de un parto vaginal, con más posibilidades de hemorragias u otras complicaciones. Es importante, por ello, evitar cesáreas innecesarias y realizar un seguimiento a lo largo del tiempo que nos permita verificar que las indicaciones de nuestras cesáreas son adecuadas. Por eso es importante contar con un equipo especializado y muy coordinado de obstetras, matronas, enfermeras de neonatos, pediatras y anestesistas, entre otros, que permitan un abordaje integral del parto”, señala la Dra. Laura Muñoz Saá, responsable del Área de Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid.
El incremento en la edad de las madres primerizas y la comorbilidad asociada pueden marcar el aumento de esta tendencia, que se acentúa en otros hospitales privados. Diferentes factores pueden estar detrás de esta diferencia. “Adecuarnos a los protocolos y guías de atención al parto, respetar los tiempos y evitar adaptar los partos a nuestros “horarios” nos dirigirán hacia una tasa deseable de cesáreas”, destaca la Dra. Muñoz Saá.
Consecuencia del aumento del porcentaje de cesáreas de las últimas décadas, también es mayor el número de mujeres que se enfrentan a un subsiguiente embarazo con el antecedente de una o más cesáreas. Como indica la especialista, conseguir un parto vaginal en un segundo embarazo de una mujer con una cesárea anterior puede lograrse en un altísimo porcentaje de los casos, pero si ya se trata de un tercer o cuarto embarazo la indicación es finalizarlo por cesárea. Un procedimiento seguro si se realiza en centros especializados, como demuestra un estudio de la Clínica publicado en la revista Journal of Clinical Medicine.
“Unificar el seguimiento del embarazo y de la cirugía en hospitales especializados mejora la atención y reduce las posibles complicaciones en estos partos, sobre todo entre mujeres que se plantean otra gestación después de tres o más cesáreas”, reconoce el Dr. Luis Chiva, director del Departamento de Ginecología y Obstetricia, que considera que esta consulta es frecuente y ha llevado a la Clínica Universidad de Navarra a “convertirse en un centro especializado en partos complejos contando con un equipo experto en estas intervenciones de pronóstico difícil”.
Otro dato destacado de la actividad del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra durante 2024 es la reducción de episiotomías, que consiste en una técnica quirúrgica que realiza una incisión para ampliar el perineo, en la parte posterior de la vagina, durante el expulsivo. Este procedimiento no es necesario en la mayoría de los partos y eso tiene un gran impacto en la recuperación de la mujer después de dar a luz.
Como subraya el Dr. Álvaro Ruiz Zambrana, responsable del Área de Obstetricia de la Clínica en Pamplona, “durante el año pasado hemos reducido también la realización de episiotomías hasta al 15% de los casos. Estos datos responden al esfuerzo realizado por analizar cada parto y cada cesárea que tenemos para visualizar las indicaciones por las que las hemos realizado, mejorando así nuestros protocolos y la calidad de nuestra atención”.
