PAMPLONA, 3 (EUROPA PRESS)
Investigadores del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra han demostrado que el análisis de sangre periférica de las células tumorales diagnostica «con mayor precisión y seguridad» a los pacientes con mieloma múltiple.
El mieloma múltiple es un tipo de cáncer de la sangre que infiltra la médula ósea y que puede diseminarse por el esqueleto, mediante la circulación de células tumorales por todo el cuerpo, lo que implica un mal pronóstico para el paciente.
Por ello, es «fundamental» establecer herramientas para medir en tiempo real la tasa de proliferación y de diseminación del tumor de cada paciente.
«Nuestro grupo de investigación tiene una amplia experiencia en el estudio de biopsia líquida (cuantificación del tumor a través de un análisis de sangre). El objetivo es conocer tanto las características genéticas del tumor como el grado de diseminación tumoral, para detectar cuanto antes el riesgo de progresión que tiene el paciente», ha explicado el doctor Bruno Paiva, codirector del Grupo de Mieloma Múltiple del Cima Universidad de Navarra e investigador del CIBER de Cáncer (CIBERONC).
Recientemente estos investigadores han confirmado que la biopsia líquida es el método más eficaz y menos invasivo que la punción en la médula ósea para cuantificar la carga tumoral en pacientes con mieloma quiescente y activo.
DIAGNÓSTICO DE PRECISIÓN
El doctor Paiva ha añadido que «este procedimiento puede mejorar el estadiaje e identificar subgrupos de pacientes con muy buen pronóstico y otros que, en realidad, tienen una leucemia de células plasmáticas oculta bajo su mieloma y que requieren un tratamiento diferente».
Los resultados se han publicado en Journal of Clinical Oncology, revista «de gran impacto científico» en el ámbito de la oncología. El estudio, realizado en el marco de un ensayo clínico del Grupo Español de Tratamiento en Hematología (PETHEMA), ha reclutado muestras de 374 pacientes con mieloma múltiple de nuevo diagnóstico.
RESULTADOS EN PACIENTES CON MIELOMA QUIESCENTE
Tras los resultados obtenidos en pacientes de nuevo diagnóstico, los investigadores del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra han aplicado el mismo procedimiento en pacientes con enfermedad pre-maligna.
«Se trata de pacientes que tienen la misma carga tumoral que el mieloma activo, pero no tienen síntomas. Por lo tanto, es fundamental estratificar con precisión a los pacientes cuya enfermedad va a evolucionar, para investigar el beneficio del tratamiento precoz en ensayos clínicos», ha subrayado el doctor Paiva.
En la actualidad, se mide el riesgo de los pacientes con mieloma múltiple quiescente siguiendo dos marcadores en suero y uno en médula ósea.
«En este trabajo demostramos una vez más que cuantificar la carga tumoral en la sangre es menos invasivo que en la médula, manteniendo su eficacia. De este modo, podemos hacer un seguimiento muy estrecho de cada paciente y seleccionar de forma precoz los pacientes con alto riesgo de transformación, para que puedan beneficiarse de un ensayo clínico lo antes posible», ha asegurado el investigador del Cima.
Estos resultados se basan en un proyecto donde estos científicos van a medir cada seis meses los marcadores tumorales de estos pacientes y podrán identificar aquellos que tienen enfermedad estable o que están evolucionando a una más benigna o maligna.
«El objetivo es prever qué pacientes van a desarrollar un mieloma antes de que haya un fallo orgánico y el tratamiento pueda lograr aún más eficacia», ha concluido el doctor Paiva.
Este estudio ha reclutado muestras de 300 pacientes con mieloma múltiple quiescente, provenientes de varios hospitales de ocho países de la Unión Europea.
Ambos estudios en mieloma activo y quiescente cuentan con financiación de instituciones públicas y privadas, como el Instituto de Salud Carlos III e Iberdrola a través de la Asociación Española Contra el Cáncer dentro de su convocatoria de «Ayudas Accelerator» (Proyecto EDITOR).
Tras los resultados obtenidos en estos trabajos, los investigadores del Cima y de la Clínica Universidad de Navarra han aplicado el mismo procedimiento en pacientes con gammapatía monoclonal de significado incierto (GMSI).
«El objetivo de este estudio, financiado por la Fundación CRIS contra el cáncer, es prever qué pacientes van a desarrollar una gammapatía maligna y/o infección severa, para cimentar el desarrollo de estrategias personalizadas que impidan ambos eventos», ha manifestado el doctor Paiva.