PAMPLONA, 16 (EUROPA PRESS)
Los primeros resultados de un estudio de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, en colaboración con la Universidad de Sevilla, revelan que un 48% de los usuarios no puede controlar la temperatura en verano y un 44% de los usuarios que viven en Sevilla tienen estas dificultades aun teniendo aire acondicionado en sus casas. Asimismo, un 14% no ventila nunca por la noche, por ruidos, inseguridad o insectos.
El estudio indica que un 58% considera que no tiene un espacio fresco en su vivienda, y un 28% no cuentan con un termómetro o termostato para medir a qué temperatura se encuentra el interior de sus hogares. Además, un 8% usa muy poco los sistemas de sombreamiento, ha informado la Universidad de Navarra en una nota.
Del mismo modo, el estudio señala que aquellas viviendas que tienen mayor riesgo de sobrecalentamiento son las situadas bajo la cubierta, y las que tienen dificultades de ventilación como las que poseen una sola orientación o las que dan a calles de tráfico intenso, y las que tienen grandes ventanales.
Tras analizar estos primeros resultados, se ha editado una breve guía con ocho medidas clave para combatir el calor en verano, entre las que se encuentra conocer la orientación de la vivienda para saber qué ventanas hay que proteger de la radiación solar y cuando y cómo ventilar. Otra de las medidas se centra en utilizar un termómetro para conocer qué estancias son las más calurosas y cuáles tienen mayor riesgo de sobrecalentamiento (>26ºC); y buscar en días muy calurosos habitaciones más frescas, bien porque estén orientadas hacia el norte o noroeste o hacia un espacio más fresco, o porque tengan ventanas más pequeñas.
El estudio ‘ClimateReady. Preparados para el clima. Evaluación de la Adaptación de las viviendas españolas a Condiciones más Cálidas y Olas de Calor’ evalúa la adaptación de las viviendas españolas al calentamiento global, reduciendo los riesgos de sobrecalentamiento y/o con la mínima demanda de aire acondicionado. Está liderado por miembros del grupo de investigación SAVIArquitectura, de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, y por investigadores de la Universidad de Sevilla. Cuenta, además, con la financiación de la Agencia Estatal de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación, en el marco de la Convocatoria de I+D+I de Retos de la Sociedad 2019.
Las ocho medidas clave para combatir el sobrecalentamiento de los hogares durante el verano y las olas de calor son utilizar un termómetro para conocer cuáles son las temperaturas más frescas y más calurosas y de mayor riesgo (>26ºC) y controlar qué temperatura hay en el exterior, «que se puede ver directamente en el móvil, para saber qué acciones tomar».
En segundo lugar, conocer la orientación de la casa. Si no se conoce puede utilizarse Google Maps o descargarse una brújula en el móvil. De este modo se permite conocer qué ventanas hay que proteger de la radiación solar. Una tercera medida pasa por dejar las persianas bajadas siempre que no haya nadie en el interior de la vivienda y una cuarta es, en caso de que la vivienda no cuente con sistemas de protección solar, utilizar cortinas blancas o telas reflectantes hacia el exterior. Si es posible, invertir en toldos o venecianas.
Se indica en quinto lugar que no hay que ventilar cuando la temperatura exterior es superior a la interior y por encima de 26ºC. y la sexta, ventilar entre ventanas de una fachada y la opuesta, abrir ventanas que den a espacios frescos y sombreados como patios o espacios con vegetación. Ventilar especialmente por la noche, y añadir, si se requiere, elementos de seguridad contra intrusos y mosquiteras.
En séptimo lugar, se indica que los días de mucho calor hay que buscar una habitación más fresca, bien por su orientación norte o noroeste o porque tenga ventanas más pequeñas o hacia un espacio más fresco. Además, buscar en los alrededores lugares con vegetación para estar a la sombra, piscinas, o lugares con aire acondicionado. Si se utiliza aire acondicionado, asegurar que ventanas y puertas estén bien cerradas.
Finalmente, se recomienda utilizar ropa más ligera, clara, transpirable y floja, beber abundante líquido, comer comidas frías, ducharse más a menudo, evitar utilizar aparatos que produzcan calor y apagar aparatos que produzcan calor y estén en stand by como ordenadores.