MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Uno de cada ocho usuarios (11,7%) paga por acceder a medios en internet y el 42% de ellos opta por el pago regular o suscripción estándar (once puntos más que en 2020) y un 31% elige la suscripción conjunta a un paquete de medios impresos y/o digitales (ocho puntos más que hace dos años).
Según el informe Digital News Report España 2022 de la Universidad de Navarra, el mercado español tiene más de 775.000 suscriptores, un 94% más que hace un año, pero dos de cada tres encuestados no pagan nunca por informarse (67%).
El estudio, elaborado por investigadores de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, con base en una encuesta realizada por YouGov en colaboración con el Instituto Reuters de la Universidad de Oxford, muestra que el 24% de los encuestados declara que se ha registrado en algún medio informativo en el último año, frente a un 70% que no. Es una cifra inferior al 28% de promedio declarado en los 22 países donde se ha analizado esta cuestión.
Según los autores de la investigación, las marcas tradicionales, especialmente los periódicos y cadenas de televisión, siguen siendo las más consultadas en internet, y gozan de una frecuencia de consumo mayor que los medios nativos digitales.
En este sentido, indican que frente a este consumidor leal a sus marcas tradicionales, que accede a las noticias a través de sus aplicaciones o accesos directos (50%), existe una proporción mayor y creciente de usuarios que acceden a la información de forma indirecta a través de los algoritmos de plataformas y redes sociales (62%), para quienes el peso de la marca queda diluido.
Por otro lado, destacan que, por primera vez en nueve ediciones, el porcentaje de personas que no confían en las noticias en general (39%) supera al de quienes sí lo hacen (32%). La pérdida de confianza ha sido continua desde 2017, año en el que más de la mitad de los encuestados declaraba fiarse de los medios (51%) y un 24% se mostraba escéptico.
Un 13% de los usuarios españoles confía en la independencia de los medios ante los políticos, y un 15% ante las influencias comerciales, cinco puntos menos que en 2017.
Respecto al interés, el porcentaje de españoles muy interesados en la información ha caído desde el 85% de 2015 al 55% actual. Asimismo, el porcentaje de desinteresados en las noticias se ha multiplicado por diez a lo largo de estos ocho años: del 1% al 11%.
En consecuencia, uno de cada tres (35%) elude a menudo o a veces estar informado, y el 10% lo hace frecuentemente. Las tres principales razones para hacerlo son el hartazgo ante una cobertura excesiva de temas como la política o la Covid-19 (44%), la influencia negativa que las noticias ejercen en su estado de ánimo (30%) y la desconfianza en la información (28%).
USUARIOS MÓVILES Y PARTICIPATIVOS
Además, el 75% usa habitualmente el teléfono móvil inteligente para consumir noticias, más del doble que el ordenador (36%). El 54% de los encuestados emplea un dispositivo inteligente de televisión, y uno de cada cuatro adultos (25%) lo usa para informarse a través de internet y aplicaciones en esta gran pantalla conectada.
La audiencia española de noticias digitales es, un año más, de las más participativas (69%) de los 46 mercados en que se realiza la encuesta. En concreto, la mitad lo hace habitualmente (diez puntos más que el promedio internacional), en especial a través de las aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp, Facebook Messenger o Telegram (35%).
Seis de cada diez encuestados (63%) estaban interesados en las noticias locales o regionales a principios de este 2022, por encima de noticias sobre coronavirus (47%), internacionales (46%), de cultura (44%), de ciencia y tecnología (42%), y de política (41%).
Finalmente, el 11% afirma no prestar atención a ninguna fuente informativa sobre el cambio climático: prefieren seguir a científicos, expertos y académicos (46%), seguidos por los medios de comunicación (37%). Casi la mitad de encuestados (49%) cree que la cobertura informativa debe posicionarse claramente a favor de actuar para combatir el cambio climático.