Recibirá 3,1 millones de fondos Next Generation para su proyecto de placas solares y puntos de recarga de vehículos eléctricos
PAMPLONA, 14 (EUROPA PRESS)
La Universidad Pública de Navarra (UPNA) se convertirá, en un plazo de dos años, en un campus sostenible e inteligente que reducirá su consumo de energía procedente de fuentes no renovables en más de un 30%, a través de distintas actuaciones por valor de 3,8 millones de euros, financiadas en su mayor parte (3,1 millones) por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de los Fondos Next Generation de la Unión Europea y enmarcadas en el Plan de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (PIREP).
Para regular el desarrollo del proyecto se ha procedido este martes a la firma de un convenio entre la Universidad y el Departamento de Universidad, Innovación y Transformación Digital del Gobierno de Navarra, que transferirá los fondos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a la UPNA. El texto ha sido suscrito por el rector de la UPNA, Ramón Gonzalo, y por la directora general de Universidad del Gobierno de Navarra, Ana Burusco, en el marco de un acto de presentación del contenido del acuerdo a una representación de la comunidad universitaria. Por parte del Ejecutivo foral ha estado también presente el consejero de Universidad, Innovación y Transformación Digital, Juan Cruz Cigudosa.
PLACAS FOTOVOLTAICAS, PUNTOS DE RECARGA Y ALMACENAMIENTO
En concreto, el proyecto ‘UPNA Green Smart & Sustainable Campus’ prevé la instalación de placas fotovoltaicas en el campus de Arrosadia, actuando de esta manera sobre una superficie cercana a los 40.000 metros cuadrados. Asimismo, se prevé la colocación de puntos de recarga de vehículos de movilidad eléctrica en distintas ubicaciones del campus y, en una fase posterior, la acumulación de la energía sobrante en sistemas de almacenamiento.
El proyecto prevé, asimismo, la instalación de un sistema de control y monitorización de las actuaciones, y el desarrollo de un sistema de gestión inteligente que permita operar de forma óptima los consumos y la generación renovable del campus. El objetivo es, por tanto, integrar todas estas tecnologías en nuevo sistema energético centralizado, sostenible e inteligente que permita avanzar en la autosuficiencia energética del campus y a la vez mostrar la competitividad de dichas tecnologías para su implantación en entornos industriales, comerciales y urbanos, ha informado la UPNA en una nota.
En cuanto al cronograma de actuación, en julio de este año se prevé la entrega del proyecto, en 2023 está prevista la instalación de las placas solares y, por último, en 2024, se prevé la colocación de los puntos de recarga.
AUTOCONSUMO ELÉCTRICO EN EL CAMPUS POR ENCIMA DEL 45%
El proyecto contempla la instalación de aproximadamente 3,1 MWp (pico de vatios) de módulos fotovoltaicos en los edificios del campus, con una generación anual estimada de electricidad de aproximadamente 3,9 GWh (gigavatios hora). De esta generación, más del 80% será consumida en el campus, lo que permitirá alcanzar un nivel de autoconsumo eléctrico por encima del 45%, incluyendo la energía que se prevé sea consumida en los puntos de recarga de vehículos eléctricos. Finalmente, la energía no consumida en el campus, equivalente al consumo de unas 250 viviendas de tamaño medio, será vertida a la red eléctrica, ha precisado.
Respecto del consumo energético global del campus, incluyendo no solo la parte de electricidad sino también el consumo de gas natural, la generación fotovoltaica supondrá, como se ha indicado, una reducción de más del 30% en el consumo de energía primaria no renovable, contribuyendo tanto al cumplimiento de los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) como a los del Plan Energético de Navarra.
En su vertiente investigadora, el proyecto involucra principalmente al Instituto de Smart Cities de la UPNA (ISC), y en concreto a los investigadores Pablo Sanchis Gúrpide, Julio Pascual Miqueleiz, Alfredo Ursúa Rubio, Alberto Berrueta Irigoyen, Idoia San Martín Biurrun, Ernesto Barrios Rípodas y Luis Marroyo Palomo, miembros todos ellos del Grupo de Investigación INGEPER (Ingeniería Eléctrica, Electrónica de Potencia y Energías Renovables). Además, se ha colaborado estrechamente con el Servicio de Infraestructuras y Servicios Generales, en concreto con su director, Santiago Álvarez, y con Miguel Berazaluce.