España se enfrenta a un desafío creciente debido a las olas de calor, cada vez más frecuentes e intensas debido al cambio climático. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las olas de calor son la principal causa de mortalidad relacionada con el clima. Además, este fenómeno meteorológico no solo afecta la salud de las personas, aumentando el riesgo de golpes de calor y problemas respiratorios, sino que también tiene un impacto significativo en la agricultura, la economía y el medio ambiente del país.
Por este motivo el Instituto BIOMA está llevando a cabo, en el marco de la Cátedra Sanitas Salud y Medioambiente, un estudio que analizará los efectos que las ciudades y los factores ambientales, como las olas de calor, tienen sobre la salud de los españoles.
A este respecto, la médico de Familia del Centro Médico Sanitas Reina Victoria (Madrid) María Andrea Castillo ha explicado que los días de calor extremo pueden agravar los riesgos en personas con enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o las enfermedades respiratorias y pueden provocar lesiones renales aguda, en el sistema nervioso central y en el sistema músculo-esquelético.
Por su parte, el director del Instituto BIOMA de la Universidad de Navarra, Jesús Miguel Santamaría, ha hecho hincapié en la situación aún más grave que experimentan las ciudades. "Las áreas urbanas experimentan temperaturas más altas que las áreas circundantes debido a la concentración de edificios, carreteras, pavimentos y actividades humanas. Este efecto es especialmente notable durante las noches", ha señalado.
Santamaría ha continuado argumentando que la falta de vegetación y la abundancia de superficies asfaltadas potencian este efecto isla de calor, exacerbando los efectos de las altas temperaturas en la salud. En este sentido, el reverdecimiento de las ciudades y la generación de espacios verdes se convierten en una necesidad crítica para mitigar estos efectos.
Por todo ello, los especialistas médicos de Sanitas han elaborado una serie de recomendaciones a seguir para protegerse frente a las olas de calor, entre las que destacan: reducir los esfuerzos físicos, preservar el hogar fresco, aprender a reconocer síntomas de alarma ante golpes de calor (aumento de la temperatura corporal, piel seca, agotamiento, dificultad para respirar, mareos, confusión o palpitaciones). En caso de estar ante un golpe de calor, es necesario acudir a los servicios de atención médica, han advertido.