El sector eléctrico está experimentando una transición sin precedentes. Para que esta transición tenga éxito es necesario que la generación renovable siga creciendo y que este crecimiento vaya acompañado de un importante desarrollo del almacenamiento.
La realidad de los años muestra que el desarrollo de generación, demanda y almacenamiento no está acompasado.
Esta realidad, previsible, pero anticipada en el tiempo, obliga a avanzar de manera decidida en la electrificación, así como a acelerar el desarrollo del almacenamiento.
A mayo de 2024 existen 9.4 GW de capacidad de acceso concedida a baterías de los cuales 7,5 GW corresponden a almacenamiento stand-alone. Sumando la potencia en curso se alcanzan 14,4 GW.
El futuro de las energías renovables
El futuro de las renovables en España está ligado al almacenamiento energético. Los proyectos de baterías arrancan en nuestro país a la espera de un marco regulatorio claro y definido. Y es que para que la inversión llegue a este sector es fundamental que se establezca seguridad jurídica.
Respecto al almacenamiento, Emilio Vargas CEO de Consorcio Europeo de Avales, afirma que "España tiene los fundamentales para desarrollar el mercado de baterías. Tiene la necesidad y la oportunidad, por lo que se debe trabajar en conjunto para encontrar ese ángulo de sostenibilidad del negocio y que no dependa a largo ni a medio plazo de ayudas públicas". En ese sentido añade que lo que se necesita es "un esquema de mercado donde se retribuyan los servicios que se dan y haya suficientes señales para poder operar. Esos servicios contribuyen a la confiabilidad de un sistema donde las energías renovables con generación intermitente tienen un papel principal".
¿Cuál es el camino a seguir?
Los desarrolladores han aprendido que hay que basarse en los fundamentales, ser conscientes de cómo es el sistema del país, lo que necesita y la política y regulación de este. Basándose en eso, según Emilio Vargas “hay que entender si el almacenamiento va a ser una necesidad y entra en los planes. La visión a largo plazo es fundamental por eso hay que hacer un análisis profundo de cómo va a ser el mercado en 20 o 25 años para entender si tiene sentido hacer la apuesta en un país de esta tecnología".
Vargas indica que la clave "está en entender que el almacenamiento no tiene que ser un coste, sino que te puede ayudar a reducir esos costes del sistema derivado de todas las ineficiencias que hay. Los estudios que existen de países como Australia y Reino Unido, donde ha habido esta integración, dicen que los costes del sistema finales para las familias se han reducido".
Dentro del esfuerzo que supone realizar la transición energética, "en España se confía firmemente en el valor que los proyectos de almacenamiento pueden aportar al sistema eléctrico, desde el punto de vista de sostenibilidad y confiabilidad de este", apunta Vargas. Así, desde Consorcio Europeo de Avales se comprometen con el desarrollo de este mercado en España, aportando amplias líneas de avales confiando en que esta será una realidad en un corto periodo de tiempo.