El cuerpo se comunica a través de las sensaciones, es su lenguaje, y las emociones ayudan a entenderlo.
No todas las emociones son agradables de sentir, algunas como el miedo, la culpa o la rabia son más incómodas y las personas intentan no sentirlas, pero todas tienen una función, dar un mensaje sobre lo que está pasando en la vida. Las emociones acercan a la persona a lo que le hace bien y le advierten de lo que le hace daño. Son las alidadas y grandes guías.
Según la psicóloga online, Cristina Jiménez, quien ofrece terapia online y en Tenerife, la ansiedad es una de las sensaciones más incómodas que se pueden sentir físicamente. Altera el sistema nervioso, afectando la forma de tomar decisiones y dar una respuesta adecuada a una situación. En ocasiones, en un intento de taparla se desarrollan conductas compulsivas u obsesivas. Por ejemplo, trabajar excesivamente, comer, salir de fiesta, fumar, beber alcohol, etc. A corto plazo puede ser útil, pues alivia al “sacarse” del malestar, pero a la larga genera insatisfacción y desgaste físico, mental y emocional. Más que una enemiga, hay que verla como una alidada que indica que hay algo en la vida que necesita de atención.
Algunos consejos para gestionar las emociones
Durante un pico de ansiedad es importante lograr volver a la calma. Primero es necesario: aceptar y validar lo que está ocurriendo. No controlar ni luchar con lo que se está sintiendo, si se siente es real, de forma que no se puede eliminar, pero sí transformarlo. Por ejemplo, desvelarse en mitad de la noche y no poder volver a dormir. Si en vez de aceptar la situación, aunque no guste, se lucha contra ella, el malestar incrementa. Se mirará cada minuto el reloj y generará agobio. Las personas se centran más en lo que no pueden hacer que en lo que sí.
Después, hay que observar cómo el cuerpo lo está viviendo (dónde se siente el malestar, si hay tensión y cómo es la respiración). Esto es útil para conectar con el momento presente y bajar la intensidad de lo que se está viviendo. Se dejaría de estar en la mente pensante o incertidumbre de por qué se está sintiendo la ansiedad para pasar a la acción de lo que sí se puede hacer para calmar. Algunas estrategias serían: cambiar el ritmo de la respiración, observar qué hay alrededor, escribir lo que se está sintiendo, sobre lo que se piensa, hablarse de forma amable o conversar y compartir con alguien sobre lo que sucede. Si uno se escucha a sí mismo, no solo los síntomas mejorarán, sino que se podrán coger las riendas de la vida.
Una vez que se sienta mayor autorregulación y calma, lo ideal es buscar un espacio para viajar hacia el interior. Es momento de hacer una introspección y preguntarse qué ha podido generar el malestar. ¿Cuándo o con quién aparece? ¿Qué mensaje viene a dar la ansiedad? Observar con qué emociones conecta, si se está haciendo algo que no se quiere o si es necesario parar y tomar distancia de algo que no se quiere ver. Algunas preguntas que pueden ser de utilidad para comprender la ansiedad pueden ser: "¿tiene sentido la vida que se quiere tener? ¿Qué se necesita?, ¿Qué se desea? ¿Cómo se puede dar un poquito más lo que se necesita y se desea?"
La psicóloga Cristina Jiménez ofrece talleres sobre gestión emocional que pueden ayudar a comprender y transitar la ansiedad.
La importancia de buscar ayuda de profesionales
Hay veces que la ansiedad persiste y es necesario permitirse ser acompañados en este proceso para responder a las situaciones y no reaccionar de forma dañina con uno mismo o su entorno.
Practicar la escucha activa de la mente permite la autorregulación y responder ante una situación de forma más amable, utilizar recursos para abordar las emociones y desarrollar una conexión más profunda del individuo consigo mismo. Para lograr este viaje personal hay personas que necesitan primero acudir a psicoterapia para alinear cuerpo, emoción y mente. La psicóloga Cristina Jiménez ofrece modalidad presencial en Santa Cruz de Tenerife y online.