Por Laura del Río (dpa)
Barcelona, 4 de noviembre de 2017 (dpa)
El envío a prisión provisional de la mayoría del destituido Gobierno catalán podría tener consecuencias en clave electoral. La región española acudirá a las urnas el 21 de diciembre y decisiones judiciales como esta podrían dar alas al independentismo.
¿Quién ha convocado las elecciones?
Los comicios fueron convocados por el Gobierno de Mariano Rajoy, que intervino la autonomía de la región y destituyó a Carles Puigdemont y su «Govern» después de que el Parlamento catalán aprobase la creación de una «república independiente». A pesar de no haber sido programadas desde Barcelona, formaciones separatistas como el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) avanzaron su intención de participar en las elecciones.
¿Qué impacto están teniendo las decisiones judiciales?
El independentismo ya clamó cuando el 16 de octubre la Audiencia Nacional dictó prisión incondicional para los líderes de las dos principales entidades civiles secesionistas, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, una decisión que ha ratificado. Ese mismo tribunal es el que ahora aplicó la misma medida al vicejefe del Gobierno catalán Oriol Junqueras y siete ex consejeros y emitió una orden de detención internacional contra Puigdemont y el resto de su Gabinete, que se encuentran en Bélgica.
La aplicación de medidas cautelares tan estrictas también fue criticada desde partidos no independentistas como Podem -la marca catalana del izquierdista Podemos- y Catalunya en Comú. La primera respuesta en la calle llegó en forma de caceroladas y la concentración de miles de personas en Barcelona y otras ciudades en los últimos días. El 11 de noviembre se ha convocado una gran manifestación en la capital catalana en la que los independentistas podrán volver a sacar músculo.
¿Cómo pueden influir en las elecciones?
Podría movilizar el voto secesionista, pues refuerza el relato independentista de que las instituciones españolas actúan con excesiva dureza para frenar su desafío.
También puede influir en la formación de coaliciones electorales, que deben presentar sus candidaturas hasta el 7 de noviembre. Pese a sus diferencias ideológicas, el PDeCAt de Puigdemont -liberal- y ERC -izquierdista- concurrieron unidos a las elecciones de 2015 en la coalición independentista Junts Pel Sì.
Después del cese del «Govern», ERC dio a entender que podría presentarse en solitario el 21 de diciembre. Pero tras la decisión de la Audiencia Nacional, el PDeCAT pidió que el soberanismo se presente unido a los comicios. Incluso Puigdemont reclamó hoy una lista unitaria, un día después de asegurar que podría volver a ser candidato en los comicios incluso desde Bélgica. En esa insistencia también podrían pesar los sondeos, que auguran al PDeCAT una caída hasta el cuarto puesto y colocan primero a ERC.
La coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, fue incluso más allá y abrió la puerta a formar una lista conjunta con partidos no independentistas pero favorables a la celebración de un referéndum pactado, como Podem o Catalunya en Comú. Ada Colau, alcadesa de Barcelona y una de las caras de los «comuns», pidió el jueves un frente común ante los encarcelamientos, lo que en algunos medios fue interpretado como una señal en ese sentido.
¿Pueden presentarse los políticos que están en prisión preventiva?
Sí, según reconoció el propio portavoz del Gobierno central, Iñigo Méndez de Vigo. «De acuerdo con nuestra legislación electoral, mientras no exista una condena firme que lleve aparejada la inhabilitación, todo el mundo tiene sus derechos civiles intactos para presentarse a las elecciones», señaló De Vigo el viernes.
En esa situación están ahora el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y nombres importantes del PDeCAT como Joaqim Forn (ex consejero de Interior). Si Puigdemont no lo está es porque se encuentra en Bélgica y no se presentó ante la Justicia española.
En libertad bajo fianza se encuentra Santi Vila, que podría abrir una brecha dentro del PDeCAT. El ex consejero de Empresa se desmarcó de la versión más extrema del independentismo, dimitió antes de que se votase la declaración independentista y esta semana se autoproclamó posible candidato en las elecciones autonómicas. Una candidatura de Vila, dentro o fuera del PDeCAT, podría atraer el voto de ese nacionalismo moderado que quedó huérfano.
¿Qué dicen los sondeos ?
Un promedio de sondeos publicado por «El País» sitúa a ERC como primera fuerza, con cerca de un 27 por ciento de los votos. Le seguirían los liberales Ciudadanos (18,5%) y el Partido Socialista de Cataluña (14%). El PDeCat y la coalición izquierdista Catalunya Sí que es Pot quedaría empatados con un 11%, el Partido Popular de Rajoy lograría el 9% y los anticapitalistas de Candidatura de Unidad Popular (CUP), el 6,5%.
Estas encuestas, realizadas antes de la decisión de la Audiencia Nacional, dejan prácticamente inalterada la fuerza del bloque independentista. «Las elecciones difícilmente resolverán algo. E incluso pueden acabar de enredarlo todo», advirtió hoy el director del diario catalán «La Vanguardia», Màrius Carol.






