Les acusa de sendos delitos de agresión sexual continuada, un delito contra la intimidad por la grabación de las imágenes sexuales y un delito de robo con violencia, por arrebatarle el móvil a la mujer agredida
El fiscal del caso de la violación grupal en Sanfermines ya tiene sus peticiones iniciales para el juicio oral que comenzará probablemente en septiembre de este año. Solicita un total de 22 años y diez meses de cárcel para cada uno de los cinco sevillanos encausados por la violación grupal a una joven madrileña el pasado 7 de julio de 2017 en un portal de la calle Paulino Caballero.
En concreto, el ministerio fiscal les acusa de sendos delitos de agresión sexual continuada, un delito contra la intimidad por la grabación de las imágenes sexuales y un delito de robo con violencia, por arrebatarle el móvil a la mujer agredida. Además pide una medida accesoria de libertad vigilada por otros 10 años y una indemnización solidaria para la víctima de un total de 100.000 euros por el daño moral ocasionado a la mujer madrileña.
El fiscal recuerda que a consecuencia de los hechos la joven tuvo lesiones y que la joven no presentaba ningún trastorno de la personalidad ni antecedentes previos de desestabilización psicológica, y por el contrario, presentaba una adecuada adaptación en los distintos ámbitos. Añade que como consecuencia de estos hechos sufre trastorno de estrés postraumático para el que recomienda tratamiento psicológico, no siendo posible valorar secuelas psicológicas hasta que transcurran al menos dos años.
En su escrito, de siete folios, el fiscal relata la secuencia de su análisis de los hechos desde que se encuentran los acusados con la víctima a las 2.50 de la madrugada en la Plaza del Castillo , y poco después, sobre las tres de la madrugada, ésta dice que se retira a su coche a dormir por lo que los cinco sevillanos le dicen que le acompañan al coche “si bien la intención de ellos era la de buscar un lugar donde mantener relaciones sexuales en grupo con ella, propósito que la mujer desconocía”.
El fiscal relata que comenzaron a caminar por la parte exterior de la Plaza del Castillo en dirección hacia los porches de los bares Casino Eslava y Txoko. El grupo entró hasta los porches, valorando los acusados entrar en un portal con escaleras descendentes, con el fin antes propuesto, si bien lo desecharon, ya que se trataba del acceso a los baños del bar Txoko, donde había mucha gente, por lo que continuaron su camino hacia Espoz y Mina”.
Los acusados se acercaron al portero del Hotel Europa preguntándole si tenían una habitación “que la querían para follar, manteniéndose la joven alejada del grupo”. Al no conseguir habitación siguieron caminando hacia el segundo ensanche. “Al llegar a la confluencia de Paulino Caballero con la Avenida de Roncesvalles, la chica caminaba con uno de ellos, José Angel Prenda iba unos pasos más atrás, un poco más retrasado un tercero, y más alejados llegaban los otros dos. Durante el trayecto la mujer se besó con Ángel Boza”, prosigue el fiscal.
“En ese momento, y siendo aproximadamente las 3,08 horas del día 7 de julio, José Ángel Prenda se fija en que una mujer está llamando al telefonillo del portal número 5 de la Paulino Caballero, por lo que acelera el paso con el fin de alcanzar la puerta del portal antes de que la señora entre y de esa manera acceder al inmueble, lo que consigue. Tras manterner una breve conversación con la señora, José Angel entra en el portal y simulando que está alojado en uno de los domicilios, coge uno de los ascensores, sube al segundo piso y después baja de nuevo al portal, abriendo la puerta y franqueando el paso a sus compaheros, que estaban ya al lado del portal con la denunciante, diciendoles “vamos, vamos ” . “Cuando Jose Angel Prenda franqueó laentrada , dos de ellos agarraron a la mujer por los brazos y la metieron en el portal, tapandole la boca y diciendole que se callara y no gritara”, dice el fiscal.
“La llevaron, tras subir hasta el segundo rellano, a un pasillo sin salida que da acceso a los cuartos de servicio de agua y electricidad, con unas dimensiones de 2.73 m de largo por 1.02 m de ancho en su parte mas estrecha y de 1.63 m de en la parte más amplia. Una vez alli, la rodearon entre los cinco, le quitaron la niñonera y el jersey y le bajaron los leggins y el tanga. Ellos a su vez se bajaron los pantaiones y la ropa interior y valiéndose de su superioridad fisica y numérica y de la imposibilidad de ejercer la màs minima resistencia, ante el temor a sufrir un daño aun mayor, ni huir del lugar actuando de común acuerdo y con ánimo libidinoso, le obligaron a realizar diferentes actos sexuales con cada uno de ellos”, afirma el fiscal en su relato de los hechos. “Algunos de los accesos carnales se produjeron de forma simultánea”, relata el fiscal que asegura que además de múltiples felaciones y penetraciones, llegando a eyacular dos de ellos, y sin que ninguno de los acusados utilizaran preservativo, obligaron a la mujer a realizar “un beso negro” a dos de ellos.
El fiscal relata que “mientras se estaban produciendo los hechos anteriormente referidos, los acusados Antonio Manuel Guerrero y Alfonso Cabezuelo, de común acuerdo con el resto de acusados, pero sin el conocimiento ni consentimiento de la mujer realizaron varias grabaciones de video y fotografías con sus teléfonos móviles. Dichos videos fueron grabados, según el fiscal, con la intención de vulnerar la intimidad de la víctima y posteriormente enviarlos y difundirlos a su grupo de amigos, enviando José Ángel Prenda al chat La Manada sobre las 6.50 los siguientes mensajes: “follandonos los cinco a una”, “todo lo que cuente es poco”, “puta pasada de viaje”, o “hay video”.
Asimismo José Angel Prenda escribió a otro chat del que formaba parte, llamado Disfrutones SFC otro “follandonos los cinco a una”, “vaya puto desfase”, “del ATC Madrid era ja ja”. Los acusados no llegaron a difundit las referidas imágenes.
“Cuando los acusados, se dieron por satisfechos, se visteron y antes de salir del portal , valiéndose de la misma situación intimidatoria creada a la victima y actuando de oomún acuerdo, se apoderaron, en su propio beneficio del terminal de su telefono móvil, marca Samsung Galaxy valorado en 199,10, si bien antes le quitaron la funda, extrajeron la tarjeta SIM y la tarjeta de memoria y las arrojaron en el lugar de los hechos”, dice el fiscal.
“Además, así se aseguraban de que la mujer no pudiern solicitar auxilio”, relata. El teléfono fue encontrado sobre las 9.30 horas det dia 7 de julio en la Cuesta de Labrit de Pamplona posteriormente recuperado por la palicía y entregado a su titular.
Los acusados salieron del portal a las 3,27 horas dejandola sola en el interior y se dirigieron por la Avda. Roncesvalles hacia la Plaza de Toros deteniendose un momento en el Monumento al Encierro.
“La mujer se vistió, cogió la riñonera y tras comprobar que le faltaba el movil salio del portal a las 3,29.45 horas y se dirigio a un banco de la Avda. Roncesvalles donde se sentó, llorando desconsolada y en posición fetal, siendo auxiliada instantes después por una pareja de ciudadanos que transitaban por el lugar que se acercaron a ella al ver su estado y que dieron aviso al 112 personándose poco despues una patrulla de la Policia Municipal. La mujer fue trasladada un centro medico donde fue atendida realizándose una prueba de detección de alcohol en sangre que arrojó un resultado de 0,91 gramos de alcohol por litro de sangre”, considera el fiscal.
El fiscal prosigue contando que “después de los hecho, las acusados se separaron, continuando la fiesta Antonio Manuel Guerrero y Alfonso Cabezuelo y buscando los otros tres un lugar para dormir, acudiendo sobre las 4.05 horas al Hotel Yoldi, donde trataron de conseguir una habitación. El portero del establecimiento, les manifesto que no habia y les indicó la dirección del Hotel Avenida. Los tres se dirigieron a este y trataron de acomodarse para dormir si bien el responsable les localizó, haciendoles salir, por lo que finalmente se fueron dormir a un portal. Como Angel Boza no podia dormir, se fue, encontrandose con Antonio Manuel Guerrero y Alfonso Cabezuelo, reuniéndose de nuevo todos en la Plaza del Castilo antes del encierro y accediendo al recorrido del mismo en la C/ Estafeta, entraron en la Plaza de Toros, Jose Angel Prenda, Antonio Manuel Guerero, Alonso Jesus Cabezuelo y Angel Boza Flondo, siendo identificados en el callejón de la Plaza por agentes de la Policia Foral sobre las 8.15 horas”.
“Tras dejarles marchar, los referidos se encontraron con Jesús Escudero , cogieron el autobús urbano y fueron hasta vehiculo Fiat Bravo, propiedad de Antonio Manuel Guerrero que tenían estacionado en la C/ Simón Blasco del barrio de San Jorge, llegando también al lugar una patrulla de la Policía Foral y posteriormente Policía Municipal que procedió a su detención”, finaliza el fiscal