
La igualdad de género es una de las luchas constantes que protagonizan la actualidad del día a día. Cuando escuchamos hablar sobre este tema tan revolucionario en la sociedad de hoy en día, lo primero que aparece en la mente de las personas es el maltrato físico y psicológico que existe de hombre a mujer, sobre todo entre parejas, llegando en los peores de los casos a acabar con la muerte de ésta. Sin embargo, la igualdad de género abarca mucho más y es posible que nunca vea su final definitivo si muchos ámbitos de la sociedad, como el mundo empresarial y laboral, no comienza a dar ejemplo.
Es cierto que los maltratos físicos y psíquicos que sufre una mujer de la mano de su pareja u otro hombre tienen una base educacional de éstos, que generalmente radica en sus propios padres. Pero con el paso de los años muchos sectores sociales, como el mundo laboral y empresarial, también completa esta mala educación, provocando que el maltrato hacia la mujer, sea del tipo que sea, nunca cese. Por ejemplo, hoy en día, a pesar de haber tanta información que intenta concienciar en cuanto a la igualdad de género, las mujeres sufren posiciones de inferioridad en las empresas, sobre todo en las tecnológicas.
Salarios inferiores con respecto a los hombres, ocupación de puestos más bajos, menor posibilidad de acceso a un puesto ofertado, contratos temporales… Son infinitos los inconvenientes de contar con mujeres en empresas, comprobando por tanto que existe una clara diferencia sexual en el mundo laboral. Hoy, las empresas que más y mejor funcionan son las tecnológicas, debido a la constante evolución de este sector y la dependencia existente hacia ellas en el día a día de todas las personas. Sin embargo, es precisamente en este sector empresarial en el que más desigualdad de género existe.
Se estima que hoy en día, tan solo un 30% del género femenino presencia empresas tecnológicas. Existen muchas razones para ello, como las anteriormente mencionadas, pero es igual de destacable el motivo de seguir creyendo que los hombres manejan mejor la informática y tecnología. La prueba de ello, es que en las carreras universitarias de ingenierías informáticas y otras similares, el 90% de los estudiantes son hombres.
Estas creencias anticuadas, unidas a la poca contratación de mujeres en empresas tecnológicas, está haciendo que este sector en constante evolución y tan necesario hoy en día para subsistir, avance mucho menos de lo que podría, pudiendo llegar algún día a ralentizarse tanto que este país y muchos otros terminen siendo casi subdesarrollados. La sociedad ha avanzado mucho y hoy las mujeres cuentan con una preparación que muchas veces incluso puede ser superior a la que presentan algunos hombres. Así pues, numerosas empresas se están perdiendo la oportunidad de contratar a verdaderos genios de la tecnología optando por figuras masculinas que quizá no presentan un brillante currículum y una sólida experiencia pero lo importante es ser hombre.
En España, todas y cada una de las provincias y ciudades viven a su manera esta desigualdad de género existente en materia labora, pero no todas lo viven de la misma forma. Por ejemplo, Navarra asegura que la provincia tan solo ha aumentado en 15 años un 0,4% la presencia de mujeres en investigación científica y tecnológica.
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